La situación que describe Evelyn es más común de lo que pensáis y es otro punto de vista pero no hay más ciego que el que no quiere ver.
Qué gracia cómo le saltáis al cuello las aludidas.
Las amistades van y vienen y a veces dejan de interesar a uno u otro implicado, hay que aceptarlo. No todo el mundo es lo suficientemente maduro o asertivo como para hablarlo directamente. Ni tampoco para entenderlo sin echarle la culpa a terceras personas 😉