Si has visto Bridget Jones, sabrás que cuando necesita ayuda porque le llenan la maleta de droga, Hugh Grant la deja tiradísima, va a la cárcel y pasa unas semanas maravillosas allí comida de mierda, en celdas sobresaturadas de mujeres.
Quiero decir que aclares lo que sea que tengas con él, no quieras ser segundo plato de nadie. Porque en esa película, mientras le dice a Bridget que la quiere también está telefoneando a prostitutas.