Te comprendo, y aunque mi experiencia es diferente, quizás pueda ofrecerte otro punto de vista:
Yo estudié Historia del Arte, aunque tuve la suerte de que mis padres nunca opinaron mal y siempre lo valoraron mucho. Aún así tuve que escuchar muchos comentarios desmotivantes, incluso de gente cercana, especialmente en relación a las salidas laborales que, efectivamente, son bastante escasas… Sin embargo, lo que te puedo contar de mi experiencia es que dedicarte a eso que te apasiona te abre muchas otras puertas, puertas que quizás antes ni hubieras pensado abrir. A mí me gustaba mucho el arte medieval, así que me fui de Erasmus a una ciudad francesa muy medieval, y me terminó gustando tanto que, cuando acabé la carrera, empecé a estudiar filología francesa (que muchos me llamaron loca porque siempre va a haber gente que critique tus decisiones). Ahora soy profe de francés y estoy investigando sobre cómo el arte puede ser una herramienta para el aprendizaje de las lenguas extranjeras.
Sé que mi experiencia es diferente, pero quería ilustrarte cómo hacer algo que te gusta puede llevarte a descubrir otras facetas de ti. Si tus padres quieren que vayas a la universidad, que es lógico porque están siguiendo lo que ellos han hecho, estudia BBAA y disfruta de esos años de aprendizaje continuo, de la gente con la que te vas a encontrar y de los profesores que te van a inspirar. En la universidad no solo se aprende a nivel académico, sino personal, y el arte saca lo mejor de nosotros si es algo que disfrutas. Además, todo aquello que aprendas lo vas a poder aplicar a tu artesanía porque son cosas íntimamente ligadas hasta desarrollar un estilo propio. No tienes que dejarlo de lado, sino seguirlo mejorando :)
Te comprendo si dices que quieren que estudies algo más «formal», pero cuando vean lo que estás aprendiendo y aplicando a tu vida seguro que lo entienden. Los padres siempre se preocupan por el futuro de sus hijos, y creo que esa preocupación es mayor aún cuando te dedicas al arte. Lo sé por lo que he escuchado de gente que se dedica a la danza, el teatro… y por mí misma. Pero piensa que para trabajar en un McDonalds siempre hay tiempo. Con 18 y si tu situación socio-económica te lo permite por suerte, como parece que es, disfruta de estos años y dedícate a aprender.