Como ya sabéis si seguís Weloversize  aunque sea desde hace cinco minutos es que la frase más repetida hacía la página y hacía la mayoría de las que colaboramos en ella es que hacemos “Apología de la obesidad” constantemente, a todas horas, no paramos, somos apologicómanas perdidas.

Y no es solamente con esta página sino cualquier influencer curvy, cualquier chica gorda que se haga una foto y la suba en una red social… O sea que a la que pases de una 44 y te sientas bien contigo misma y se te pase por la cabeza decirlo o mostrarlo estás haciendo apología de la obesidad claramente.

Y toda la gente que te vea y sea delgada pensará: «Uy pues ahora mismo me tengo que poner a zampar como una loca hasta que me engorde como ellas porque si no ya no puedo vivir». Es lo mismo que cuando ves a alguien en una foto fumando, que te vas corriendo a comprarte 40 cajetillas y empiezas a fumar como una loca hasta que te revientan los pulmones porque tienes que ser como esa. Pues con  las gordas pasa lo mismo.

Lo que pasa es que hemos contratado a un detective privado entre todas,  que nos ha costado dos millones de euros. Pero mira hemos dejado de comer tres paquetes de donuts a la semana cada una y en un momento los hemos ahorrado, para que investigue por qué hay tantas y tantas personas que repiten sin parar y sin sentido alguno la mayor parte de las veces que hacemos “Apología de la obesidad”.

En primer lugar querría decir que según la RAE “Apología” es un discurso en el que se alaba, defiende y justifica a alguien o algo de forma encendida o vehemente.

Y yo la verdad aún no he visto a ninguna gorda gritando con un megáfono “Engordad o morid, cabrones”. Ni diciendo que estar gordo es mejor que estar delgado. Ni haciendo una organización para matar flacos. Pero bueno quizás es que mi trastorno apologiconómano no me deja verlo.

Total que nuestro detective ha descubierto el meollo. Era un secreto muy bien guardado hasta ahora, lo siento pero ¡os hemos pillado!

Resulta que hay una organización llamada “AGONDESCRO”. Son las siglas de: «Acabemos con las gordas o nos dejaran sin croquetas». Porque ellos creen que como a nosotras nos encantan, podemos acabar con las existencias de bechamel, pan rallado y relleno del mundo. Y entonces han creado esta entidad para machacarnos sin parar y que al final no lo podamos soportar y o dejemos de comer o muramos de inanición. Y así más croquetas para ellos. Porque aunque la mayoría van de fit, luego en su casa se comen las croquetas dobladas a escondidas, en la oscuridad de la noche, donde nadie puede verlos, y por eso al día siguiente se pasan todo el día bebiendo batidos de polvos, para compensar.

Resulta que esta organización cada vez que sus adeptos  dicen: “Apología de la obesidad”, les manda un tupper de croquetas a casa. ¡Me han copiado los hdp! Como veían lo contentos que estaban mis seguidores con las croquetas que les mando en los sorteos de instagram pues dijeron. “Ahí está el filón”. Qué pena que no lo registré porque si no los denunciaba por plagio. ¡Copiones!

En resumen que cada vez que nos dicen la frasecita no es porque les preocupe nuestra salud, bueno eso ya lo teníamos claro, somos gordas no lerdas. Es porque les envían un tupper de croquetas caseras y cada vez de un sabor diferente. Tienen madres secuestradas haciendo croquetas sin parar, amenazadas de que si paran, no se las dejaran volver a comer jamás. Ni a ellas ni a sus familias.

Así es que ahora que este gran secreto ha salido a la luz, contádselo a todo el mundo, a vuestros familiares y amigos. Y la próxima vez que venga uno de la secta a deciros: “Estás haciendo apología de la obesidad”, le contestáis: “De qué te han prometido las croquetas esta vez”, e infarta seguro.