Ay amiguis, que ya lo tenemos aquí. Summer is coming y no podemos evitarlo. En Weloversize creo que no existe término medio, el verano es como el cilantro, o lo amas o lo odias. Pero lo que está claro es que existen señales inequívocas de que se acerca el verano:

  • El caloret. Creo que es más que evidente. Llega el momento de guardar las mantas. Ahora vivirás pegada a un ventilador o derrochando energía si tienes la suerte de tener aire acondicionado. Ahora los abrazos y el contacto físico te parece sobrevalorado, que entiendes mejor que nunca la expresión “Que corra el aire”.

    ¿Cuántas no hemos hecho esto alguna vez?
  • El terraceo. No hay mas que salir a dar una vuelta por tu barrio para darte cuenta. Las terrazas están a rebentar. Y esa cervecita en una terraza después de un largo día de curro a las 8 de la tarde, se vuelve imprescindible.
  • Los mosquitos. Estos podrían seguir hibernando, pero la vida sigue y hay que aceptarlo. Te van a comer viva y lo sabes. Ya ha llegado el momento de despertarte a media noche chancla en mano buscando al invasor de tu sueño y de tu cuerpo. Y sobre todo, de aceptar que pase lo que pase, te dejarán marcada durante unos cuantos días. Porque no, nunca consigues localizarlos antes de que te piquen.

    ¡MALDITOS!
  • El olor a jazmín. Adoro el olor a jazmín. Siempre me recuerda a las tardes de verano, justo ese momento en que empieza a anochecer y desaparece el olor sofocante. En cuanto empiezo a olerlo en los jardines, se me dibuja una sonrisa de oreja a oreja. Me llena de felicidad absoluta.
  • El gazpachito. Sé que hay gente que sigue tomando gazpacho en invierno, pero a mi me entra frío sólo de pensarlo. Por eso cuando de repente me empiezan a entrar unas ganas locas de comer gazpacho, es cuando sé que definitivamente, se acerca el verano.
  • Los helados. Me pasa como con el gazpacho. De repente un día lo que más me apetece es dar un paseo y comerme tranquilamente un helado. Porque yo lo siento mucho, pero esto es uno de los mayores placeres del verano. A ver quién es la guapa que se dedica a pasear en pleno enero con un helado en la mano. ¡Pero si yo ni me atrevo a sacar la mano de los bolsillos!

    Este bebé me representa
  • Las horas de luz. A tope de luz casi durante 12h seguidas. Si eres como las plantas igual que yo y necesitas el solete casi como respirar, sabrás que se acerca el verano cuando de repente lo único que quieres hacer es estar en la calle y aprovechar cada rayo de sol hasta que se extingan.
  • La ropa fresquita. Se acerca el momento de ir por casa en bragas y amanecer con una teta fuera. Por no hablar del poco tiempo que tardas en vestirte cada mañana. Y en desnudarte, obviamente, tú ya me entiendes 😉. Y si no, echa un vistazo a estas ideas de Aliexpress.
  • De repente los amigos con piscina se vuelven imprescindibles. Adoro a mis amigos los 365 días del año. Pero los que tienen piscina se vuelven en mis favoritos a la que llega el verano. Los mejores planes cuando se acerca el verano siempre incluyen gin tonics a la vera de una piscina rodeada de amigos y colchonetas molonas. 

    Os quiero mucho chicos, pero en verano más
  • Las barbacoas al aire libre. Es un clásico, pero es de esas cosas que empiezas a hacer justo cuando se acerca el verano (Porque hacerlas en pleno agosto puede ser mortal). Es de las primeras cosas que haces al aire libre en cuanto empieza a hacer buen tiempo.

¿Y para vosotras? ¿Cuáles son las señales inequívocas de que se acerca el verano?