Quién te lo iba a decir, tú que has cerrado discotecas y afters. Un buen día te levantas, antes de que suene la alarma y de que pongan las calles, y dices «Pues venga, vamos a aprovechar el día, que si no se harán las once y aún no estará todo hecho».

Sí, lo siento, eres una persona de mañanas. Porque hay personas que pertenecen a la mañana y otras a la noche… Y otras que van deambulando entre un momento y otro sin saber qué coño está pasando (a todos nos representa esto en algún punto de nuestra vida).

Y sí, amiga de lo desconocido, tú también puedes ser una persona de mañanas. Te puede tocar a ti. Por si tienes alguna duda de qué es ser una mañanera, aquí van las señales inequívocas:

  • Solo pones una alarma en el móvil. Y la apagas enseguida o antes de que suene.
  • Das una palmadita y saltas de la cama con ánimo de hacer cosas.

  • Te encanta ese momento matutino en el que hay silencio y paz, cuando los pajarillos empiezan a cantar. Las calles vacías, el pan recién hecho…
  • Eres capaz de hacer ejercicio a estas horas, y admitamos que la serenidad que se respira es vida.
  • Si te levantas a las diez, ya crees que estás perdiendo el día.
  • Tienes tiempo de hacer un montón de cosas antes de ir a trabajar.
  • Cuando vas a trabajar estás fresca como una rosa y los demás te odian.

  • Tienes un montón de fotos de amaneceres en el móvil, sobre todo si vives cerca de la costa levantina.
  • Hacer las tareas pronto es la única opción.
  • Te encargas oficialmente de poner a todo el mundo en marcha (en casa, en el trabajo, en el pueblo en general), porque si no lo haces tú no lo hará nadie y yasonlasmalditasochodelamañanaarribaaaaaaa.
  • Los planes nocturnos te descolocan la vida en general. Tienes que calcular el café que te hará falta ese día y el siguiente para sobrevivir.
  • Y si se te ocurre salir, la noche te confunde.

  • Pero te encanta quedar para desayunar y mucha gente no lo comprende. Ni brunch ni hostias, the real breakfast es la quedada perfecta.
  • Mientras la gente sigue durmiendo, tú ya has hecho las tareas obligatorias y tienes todo el día por delante. Fuck yeah.
  • Y, aunque no puedas explicar por qué es tan importante levantarte pronto, eres así. Eres de mañanas.
¡Vamos a aprovechar este día fantástico que hará en cuanto salga el sol!

Estos son los rasgos más representativos de la gente mañanera. ¿Muestras alguno? ¿Te has convertido en persona madrugadora sin quererlo y/o por cosas de la vida? ¿O eres un buhíto nocturno y te encanta? Cuéntame.

 

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