Estoy living. Estoy living porque por fin un libro de autoayuda me ayuda de verdad. Y es que cuando dejas una relación lo que menos te hace falta es una lista de consejos manidos y repetitivos del tipo: “Nadie muere de amor”, “todo pasa por algo”, “no te merecía”, “con el tiempo todo pasa”… ¡NO QUIERO CONSEJOS DE MIERDA!¡QUIERO UNA BOTELLA DE VERMÚ Y 7 BOTES DE NOCILLA!

Joder, que ya se que nadie muere de amor, que yo sigo viva, pero si he querido morir por culpa de algún que otro mamarracho (3 en concreto y para ser exacta). Y no, esos consejos de “cállate la puta boca y deja de llorar” no sirven de una mierda. Se tenía que decir y se dijo.

Y cuando ya crees que la autoayuda es un cuento chino en el que nadie va a inventar nada nuevo. Entonces llega Marita Alonso para decirte que ella y su libro no te van a curar de desamor, pero que te vas a “jartar” de reír, que en el fondo es lo que necesitamos cuando estamos en pleno hundimiento post ruptura.

Yo, escéptica por naturaleza pienso… “ya verás la flipada esta, otra psicóloga que viene a decirme que la vida es maravillosa a pesar de todo” . Yo, que me paso por el forro lo que me dicen, decidí comprobarlo con mis propios ojos ¡Y MENOS MAL! Marita, mis “dieses”, eres el Puterful de la autoayuda y TE QUIERO.

El libro se divide en fases, en concreto cinco. Estas fases son las que se supone que vamos a pasar en el proceso de recuperación de la ruptura. Negación, ira, promiscuidad (mi preferida y en la que creo que estoy constantemente), depresión y aceptación. Se supone que vas a ir pasando por todas esas fases poco a poco, pero mira oye, yo me he leído todo del tirón, he desempolvado los rotuladores y me he dejado dominar por cada página, porque es realmente una autentica MARAVILLA.

Marita nos da un paseo por playlist para haters, sopas de letras, rupturas populares, desamores de cine y hasta un diccionario del amor. Cualquier cosa que desvele sería un spoiler muy desafortunado y no quiero que te deje de asombrar ninguna de las maravillas que tiene el libro.  ¡Y OJO PELIGRO! Que tiene una sorpresa en las tapas… ahí lo dejo.

Dice la autora en el último capítulo que, si ha conseguido que lo superes un poco, la invites a una caña. Yo, si fuera ella, lo cambiaría, porque tremendo pedo se va a pillar. O eso o que sean sin alcohol, que después de haber leído su libro dudo mucho que sean cañas, ya serán gin tonics. Y después de leerlo, Marita sí, te invito a un gin tonic, a un vermú o a colonia Varón Dandy que también tiene grados.

Corre rauda y veloz a comprarlo AQUÍ