Hay gente friki, gente super-friki y luego estoy yo. Por eso he decidido debutar en WeLoverSize con una entrada sobre Super Fun Night, la serie escrita y protagonizada por Rebel Wilson. Hago un quiebro al mal fario y me atrevo a entrar por la puerta grande con un producto que la ABC ya ha cancelado.

Como lo oís. Las noches de asueto de la abogada Kimmie Boubier y sus dos compañeras de piso han durado una temporada. Visto y no visto. Los datos de audiencia se desplomaron desde los 8 millones de espectadores hasta los 2,5 a pesar de la brutal evolución de algunos personajes a partir de la midseason. Era difícil que este humor freak colase como un mainstream, pero aquí estoy yo para reivindicar esta comedia que algunos han llegado a denominar ‘la versión femenina de La Venganza de los Nerds’. Lo kitsch también mola (¡He dicho!).

La serie se sustenta en las peripecias de tres compañeras de piso, inseparables desde el instituto: Kimmie Boubier (Rebel Wilson), Helen-Alice (Liza Lapira) y Marika (Lauren Ash). Les une una amistad férrea y, sobre todo, la etiqueta de «nerds». Se la adjudicaron cuando eran adolescentes: a la primera por ser una chica XXL, a la segunda, por su aspecto de empollona y a la tercera, por sus maneras andróginas. En lugar de venirse abajo y aceptar lo que la sociedad les dicta («nunca-serás-una-chica-cool») deciden salir a comerse el mundo todos los viernes y montarse una juerga en condiciones. ¿Quién quiere ser invitada a una fiesta cuando puedes montártela tú?

Eso sí, que nadie espere glamour y garitos de moda en las salidas nocturnas de nuestras chicas. Esto no es Sexo en Nueva York. Ellas son más de Karaoke, smoothies, salón del cómic y fiestas pijama. A lo mejor, si Samantha Jones se cruzase con ellas, les lanzaría una mirada de desdén por casposillas pero, ¡reconozcámoslo! Nuestras quedadas de chicas se parecen más a las de estas tres outsider que a nuestras adoradas portadoras de Manolos.

Si te perdiste la serie cuando se emitió en Neox, Antena 3 ofrece la posibilidad de ver los 17 capítulos en su plataforma digital. Te los meriendas en dos findes de maratón. Si eres de las que no perdonan una mala calificación en el IMDB y todavía no lo ves claro, quizás debas echarle un vistazo a las cinco razones que te doy a continuación para declararse fan de Super Fun Night.

1.- La grandísima (en todos los sentidos) Kimmie

Fuente: https://www.pinterest.com/superfunnight/

Estoy segura de que si la señorita Boubier fuese una persona real, habría leído El Diario de Briget Jones. Ha sustituido el diario de papel por un videoblog donde da el parte diario, que a menudo viene protagonizado por su particular señor Darcy (Richard Lovell, interpretado por Kevin Bishop). Es igual de deslenguada, adora los pijamas estampados y, aunque no la veréis de conejita Playboy, se atreve con un conjunto de lencería… poco convencional. Kimmie, a diferencia de Jones, no está acomplejada por su sobrepeso. ¡Todo lo contrario! La serie está plagada de orgullosas menciones a su delantera :P.

Nuestra chica es torponcilla, pero es una abogada crack y tiene una autoestima a prueba de bombas. Es una candy-candy total, pero le gustaría ir de mujer destroyer, por eso su diva es Xena, La princesa guerrera. (NOTA ACLARATORIA: Si hiciste la EGB, sabrás de lo que hablamos ). Le encantan los bolígrafos con pompón, los unicornios y disfrazarse de cualquier cosa surrealista.

Wilson es un show con patas en esta serie. El humor de su personaje es un poco surrealista y a veces demasiado facilón, pero es como ver Dos tontos muy tontos: Básico, pero nunca cansa.

Fotograma extraido de: https://www.pinterest.com/superfunnight/all-about-kimmie/

2.- La guapa de la serie es una chica curvy

Vale, si, como en toooodas las comedias de este tipo, el chico en cuestión está enamorado de otra [no os desvelo nada, es de las líneas centrales de piloto]. Y esa otra es Kendall que, en teoría, es la bomba sexual… ¡Pero no! Yo no sé si los del casting de la serie no tenían presupuesto para más, si tenían el gusto atrofiado o es que la raruna soy yo pero, en mi opinión, Rebel Wilson le da doscientas vueltas a Kate Jenkinson. ¡Por favooooor! ¿Habéis mirado bien la cara de la una y de la otra? No hay color.

3.- Los guionistas y sus idas de olla

No quiero destripar nada, porque perdería toda la gracia, pero hay algunos capítulos que traen regalo tras los títulos de crédito. Sólo diré que al equipo de guionistas parecen chiflarles los musicales y hay un cover del Fantasma de la Ópera que podría coronar sin ningún problema el top de momentos frikazos de la serie.

4.- El vestuario, en clave de humor

La propia Wilson ha dicho de Kimmie que es una tía con gusto dudoso y los de vestuario se ceban en ese punto.

Las lectoras habituales de WeLoverSize conoceréis de sobra las ilustraciones de mi compañera Amanda Vázquez y cómo nos reímos habitualmente de los desastres que provoca el mal patronaje de la mayoría de las prendas de talla grande… Pues bien, en esta serie también se le echa sorna a este asunto y, muy a propósito, los outfit de Boubier están plagados de lo que las Vogue-girls denominarían «errores de estilo»: Bolsos mini, exceso de brillos, ropa interior diminuta, prendas tan estrechas que llegan a estallar, etc. Nada que ver con el look habitual de la propia Wilson en la vida real.

5.- Es como Girls, pero menos pretenciosa

Todo el mundo que me conoce sabe que soy una adicta a la serie de Lena Dunham, pero hay que reconocer que se pasa de petulante. Al César, lo que es del César. No me diréis que no habéis pensado en algún capítulo de Girls: «No es por nada, pero si el guión no se lo autoescribiera la propia Dunham, anda que le iba a pasar esto a Hannah…». Evitaré entrar en detalles por si no vais al día en esta otra serie de la HBO, pero joooodeeeerrr…. ¡qué retorcidita se está poniendo!

Lo que mola de Super Fun Night es que no aspiran a contar grandes dramas existenciales. Se trata simplemente de tres amigas, que no son ningunos pibones, pero que buscan realizarse con su trabajo, pagar las facturas, enamorarse…¡Lo mismo que todas las demás! Se ha vuelto muy moderno el término ese de «feministas post-modernas», pero yo diría que son mujeres reales. Ideal para reírse de una misma.

P.D. No le tengáis en cuenta los clichés, hay a toneladas :S