Hay tantas formas de hablar como personas en este mundo. Hay quien habla más, menos, quien se comunica por señas o con miradas. Y también hay quien dice más palabrotas que cualquier otra cosa.
Acabas de volver de uno de tus viajes enamorado del destino y ya estás pensando el siguiente. Parece casi enfermizo, pero los viajeros somos incansables.