La Regla de Oro dice: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
Fundamento de la ética, entendida como un sistema de principios universales de convivencia.

Vamos, que los primeros que formularon esta frase tan manida fueron unos iluminados allá en “tiempos muy lejanos” que se dedicaban a la vida contemplativa y filosófica (¡¡MI SUEÑO!!) que ni se imaginaban la que se nos venía encima.
¡Ay “meus” pobres, si pudieran ver en qué se ha convertido nuestra competitiva sociedad!

Sé que existen personas buenas, que tratan a los demás como les gustaría que les tratasen a ellos, las conozco, quiero pensar que soy una de ellas la mayor parte del tiempo. Pero cada vez hay menos, o cada vez hay más idiotas sueltos, o cada vez me tocan más a mí.

Cada vez somos más egoístas y “si llego antes al autobús y cojo sitio, ¿por qué dejárselo a un anciano que llega después?”.
Pues porque debes. Porque debería ser un acto reflejo. Porque debes tener empatía. Porque esos actos son los que te definen como persona.
Y si todo eso no te llega, hazlo por tenerle un poquito de miedo al Karma.
A ver si te vas a caer al bajar del autobús por estar tan relajado sentadito en él, y te vas a romper una pierna, y te va a ayudar tu prima, porque el anciano solo debería pisarte la cara. Sorry, not sorry.

La empatía, esa capacidad que parece que el ser humano va perdiendo con la evolución (o, más bien, con la devolución).

Personalmente la nueva frase de moda de “La envidia es una forma de admiración mal gestionada” me parece una mala forma de justificar a quienes son unas personas tan mediocres como para sentir ese pecado capital, ese que les despoja de todo ápice de empatía cuando lo sienten.

Aquellos que sienten la envidia con odio, jamás podrán saber lo maravilloso que es admirar a alguien.

Me parece una mala excusa para aquellos que corroídos por la envidia se creen con el derecho de;
Llamar “puta” a una mujer que es libre, que hace lo que le da la gana, solo porque sienten envidia de su libertad.
Llamar “gorda, fea o esquelética” a una mujer que luce orgullosa su cuerpo, solo porque sienten envidia de su amor propio.
Insultar y vejar a personas que aman de forma diferente a ellos, solo porque sienten envida de no recibir ningún tipo de amor.

¿Creéis en el Karma? Yo depende del día.
La energía trascendente, invisible e inmensurable que se genera a partir de los actos de las personas.
La ley cósmica de retribución.
Causa y efecto.
Vamos, que si eres un cabronazo, la vida se encargará de serlo contigo.

Me encantaría creer que así es.
Luego veo a personas que son infames teniendo una vida llena de éxitos y pienso que el Karma se lo está tomando con demasiada calma.
Tal vez así la hostia el “efecto” que les espera sea todavía más grande.

Ten cuidado con como tratas a los demás porque siempre volverá para morderte la yugular.
Ojalá seas “la puta” llena de libertad.
Ojalá seas “la gorda” llena de amor propio.
Ojalá ames con tanta fuerza, que jamás puedas cuestionar cómo lo hacen los demás.

@martafreirescribe