Hace poquito publicábamos un Tinder Sorpresa en el que una chica contaba como su ligue le dijo de todo menos bonita por decirle que no estaba interesada. Pues resulta que muchas de vosotras os sentisteis totalmente identificadas y compartisteis en comentarios vuestras historias.

Me puse a pensar en la cantidad de mujeres que hemos vivido algo así: conocemos a un tío que parece majo, empezamos a hablar, notamos algo raro, decimos que “no” educadamente y nos convertimos en la “fea, ballena, orco, bollera”. ¿Cómo es posible que una persona pase de ser un 10 a un 0 en unos minutos? Pues porque el ego masculino es bastante delicado… Y luego somos nosotras las dramáticas.

Y lo más curioso de esto son los insultos que utilizan para herirnos…

  • “Foca”. Pues son preciosas, no sé que tiene de malo.
  • “Ballena”. Otro animal que lo peta.
  • “Vaca”. Aham… Dime más.
  • “Orco”. Señores que vieron El Señor de los Anillos y ahí se han quedado.
  • “Bollera”. No es que no nos gusten los tíos. Es que no nos gustas tú. ¿Y desde cuando ser lesbiana es algo ofensivo?

Total, que he preguntado a mis amiguis de Instagram y me han contado sus historias más locas…

  • “Conocí un tío en Tinder que me gustó mucho, así que le di mi número de teléfono. Pues el día del cumleaños de mi hermana me llamó para quedar pero yo no le contesté porque ni me enteré. Me escribió súper enfadado diciéndome que quién me creía para pasar de él, que no era para tanto, que me iba a arrepentir. Me dio miedo. Después estuvo llamándome un número oculto durante 2 semanas a las tantas de la madrugada. Al final le escribió un amigo haciéndose pasar por abogado y me dejó en paz. Súper turbio.” – Carolina, 28 años.
  • “Lo más loco que me ha pasado fue con un chico que conocí en Instagram. Llevabamos tiempo tonteando y mandándonos mensajes de flirteo, y un día me animé y le di mi número. Quedamos y durante la cita me dio una mala vibración. Me preguntó que qué quería a nivel romántico en la vida y le dije que no estaba buscando nada serio. Le sentó fatal sabe Dios porqué, pero me empezó a decir que él tampoco estaba interesado en una relación, que yo no le gustaba ni le atraía, que había quedado conmigo porque le daba un poco de pena… Después de esto no volví a quedar, pero lo más irónico es que siguió escribiéndome por Instagram hasta que le bloquée.” – Luz María, 25 años.
  • “En una cita nunca he tenido una experiencia de estas, pero en un bar me pasó una vez algo. Un tío me entró cuando estaba esperando en la cola del baño. Me dijo que qué hacía un cuerpo como yo tan solita. Le dije que no estaba sola y que tampoco estaba interesada. Se enfadó y me dijo que qué subidito lo tenía para pesar 80 kilos.” – Ainara, 35 años.
  • “Un tío de Instagram me mandó una foto de él en la playa y luego me pidió una foto mía en ropa interior. Le dije que no, que no mandaba cosas así a desconocidos. Pues se metió en mi Instagram (lo tenía público) y buscó todas mis fotos hasta que encontró una de hacía dos años en la playa. Hizo pantallazo, me lo envió y me dijo que era normal que no pasase fotos estando tan gorda y con tanta celulitis. Por aquel entonces pesaba 58 kilos. Flipé. Le bloqueé.” – Tere, 29 años.

Y esto es sólo una pequeña parte de lo que tenemos que aguantar día a día las mujeres. Acoso, insultos, vejaciones, y todo por decir “no” con sinceridad.

¿Alguna vez os ha pasado algo así? Contádnoslo en comentarios.