Soy una chica de pueblo. Durante muchos años me creí la más cosmopolita del mundo. Pero hoy, sé que soy de pueblo. No entiendo porque el concepto ser de pueblo se usa de forma peyorativa. Supongo que lo dicen los que no saben todas las cosas chulas que tiene vivir en un pueblo. Dejadme que lo explique.

Aviso: después de leer este texto os pondréis cómo locas a buscar casitas en pueblos.

La tranquilidad. La paz que sientes. Ahora mismo mientras escribo escucho los pajarillos. Nada de motos, coches, ni bocinas… Estamos al margen del estrés de la gran ciudad. Y eso se nota en el ritmo de vida.

Su entorno. Mi pueblo tiene rio y montaña. Me encanta salir a correr  o coger mi mochila y plantarme en la cima de la montaña un  sábado por la mañana.

 

Girls at mountain

 

Tu familia. Paseo por las mismas calles que lo hicieron mis abuelos, y sus abuelos. Todo tiene un valor emocional. Todo es especial.

La gente. Es muy chulo ir por la calle y conocer a casi todo el mundo. A veces cuando voy a por el pan me siento cómo  Bella en el principio de la película saludando a mis  vecinos: ¡Bonjour, que tal, y su mujer!

 

La Bella y la Bestia

 

El ambiente. Sales de casa con la intención de hacer una cenita romántica con tu marido y terminas bebiendo chupitos con un compañero de la escuela que ahora es el dueño del bar donde estas, mientras, entre copitas, risas y recuerdos organizas una cena de antiguos alumnos.

Tus amigas de toda la vida. Aunque crezcas y tengas tu propia familia, si las amigas de toda la vida siguen en el pueblo es muy probable      que te las encuentres tomando algo un miércoles cualquiera en el bar de la plaza. De esta manera, es  más fácil seguir en contacto y formar parte de la vida las unas de las otras.

 

Friends Monica y Rachel

 

Formas parte de una historia. Mi mejor amiga y yo fuimos juntas a la guardería, a los scouts y al colegio. Lo más fuerte es que nuestras madres también lo hicieron. Además, mis padres se conocieron en lo scouts y los padres de mi marido también. Y no os lo vais a creer, pero…  ¡mi marido y yo también nos conocimos allí! ¿Increíble, no? Todo esto hace que tengas la sensación que formas parte de algo. Cómo si todo estuviera conectado. La sensación de pertenecer a un lugar.

 

Chicas gilmore girl scouts

 

En definitiva,  formo parte de mi pueblo y  mi pueblo forma parte de mí. Mi vida no se podría entender sin él.

Sé que no sólo se quiere a las personas, cuando formas parte de un pueblo, también quieres a un lugar.