Hola personas del mundillo, estáis a punto de leer una historia que tiene introducción y nudo, porque el desenlace está por ver.
Bueno, a lo que iba.
Hace tiempo me volví a descargar Lovoo, que bueno, todas sabemos que es primo hermano de Tinder; y entre pitos y flautas empecé a hablar con un chaval que parecía bastante apañado, en pocas horas de conversación le pedí el Instagram porque, hija, una es precavida y no le va dando el número a cualquiera, primero hay que cotillear un poco.
De Lovoo saltamos a los mensajes directos, pero la cosa no pasó de las 24 horas, aunque en esas horitas me dio tiempo a conocerlo un poco, le gustaba mazo el cine.
La cosa se enfrió.
Días después estaba con unos amigos para ver una peli y no nos decidiamos por ninguna, así que aproveché el momento para hablarle y que me recomendara algunas. Al final, no vimos ninguna peli pero le hablé. Después la cosa se calmo y dejamos de hablar hasta hace cosa de un mes que él me volvió a escribir y desde entonces hablamos todos los días.
Hemos quedado solo una vez, fuimos al cine a ver «Ha nacido una estrella» película recomendada por el chaval que ya la había visto pero no le importó venir conmigo y verla otra vez. Hay que confesar que yo iba con las esperanzas de que me comiera el boquino en algun momento, y PISTA: no sucedió. Después de eso ya no lo he visto más pero seguimos en contacto por WhatsApp.
Hasta aquí la introducción de la historia. Ahora continuamos con el nudo, porque se me está haciendo bola.
AYER 5 DE ENERO, me fui a almorzar y me tomé unos chupitos. No tolero bien el alcohol, y eso mezclado con la preguntilla que me hizo de: «qué intenciones tienes conmigo ya que hay confi» a la cual yo le respondí que en principio conocer, y después le pregunté los mismo y me dijo: «SORPRESA».
En un momento de bajona mental decidí mandarle un putito sticker de la Lisa Simpson en una pizarra que ponía: «DATE CUENTA QUE ME GUSTAS, COÑO. ESTO NO ES UN MEME».
Y el me puso: con un meme no vale. Aunque ya lo suponía.
Después de eso, se me hizo bola la vida, y le dije que entendía perfectamente si quería dejarme de hablar por si se sentía incómodo o algo.
NO SUCEDIÓ. NO ME DEJÓ DE HABLAR. De hecho me dijo textualmente que no iba a dejarme de hablar por eso pero ya no me siento tan cómoda hablando con él como antes de la Lisa Simpson.
Es un cachito de pan, un sol de persona, pero siento como un poco tonta.
He de aclarar que no soy una persona muy propensa a expresar sentimientos a nadie, y haberle dicho que me gusta, ha supuesto un gran paso para mi.
Hasta aquí el nudo.
Gracias por leer esta caquita pero es que I’M SUCH A DRAMA QUEEN. Y necesitaba contarlo