Una tarde de abril de 2020 en pleno confinamiento…harta de clickar 💚 o ❌ y dar con payasetes y fantasmas y a punto de desisistir de Tinder, seguía pensando que alguien como yo debía haber por ahí. Y entonces…⭐Tienes un match⭐ y apareció él.
Todo comenzó con cuatro palabras por la app, de la cual nos salimos enseguida para darnos los números y seguir por WhatsApp, aunque fue cuestión de un par de días.
¿Es a esto a lo que llaman amor moderno? ¿Y si os digo que nos tirábamos horas hablando por teléfono? Por cierto, descubrimos que cada 2h la llamada se corta y había noches que se nos cortaba 4 veces 😅
Me encontraba muy a gusto con él y sentía que éramos el uno para el otro.
Llamémosle amor a primera voz o a primera risa. Jejeje
Llegó la famosa desescalada y solo queríamos vernos y abrazarnos, porque ya sabíamos mucho el uno del otro y sentíamos que estábamos muy conectados. Por ello, cuando nos vimos fue 😍 ahora sí, amor a primera vista.
Recuerdo noches en el coche hasta la madrugada cantándome casi susurrando mientras me miraba fijamente a los ojos. Y eso que soy yo la cantante, pero…permitidme deciros que tiene los ojos verdes. ¿Era normal que me derritiera, no?
Ya sabéis que no todo es rosa. Hemos pasado momentos difíciles y duros comprendidos en un periodo de tiempo muy corto, pero todos los hemos superado juntos y lo seguimos y seguiremos haciendo; y eso, creedme, es el mayor amor que puede haber.
Aunque ahora tenemos uno mayor todavía: nuestra peque India. El fruto de nuestro amor viene en camino y la esperamos con muchas ganas! 👨👩👧
Much@s pueden pensar que es una locura. No voy a decir yo que no lo sea, pero…¡Bendita locura!