A ver, vamos a intentar ser constructivos.
Etiquetar la experiencia de abuso no creo que vaya a servir de mucho. Pasó hace mucho tiempo, no se ha vuelto a repetir, y bueno, con 14 años uno puede tener muy poca madurez sexual y mental y esa forma de actuar a esa edad no tiene por qué ser precedente de un futuro delincuente sexual osea que denunciando ahora no haces ningún favor a la sociedad.
De hecho creo que era bastante común hacer esa clase de «experimentos» sexuales en la adolescencia, con primos, hermanos, vecinos.., por lo menos antes, que había mucha más desinformación.
Entonces me reitero que, denunciar a la hermana, si es que acaso se considera delito (que no creo) a ojos de la ley, no va a hacer ningún bien a nadie, porque la muchacha habrá madurado y no irá por ahí chantajeando a gente con dejar de jugar con ellos si no le hacen favores sexuales, digo yo.
En todo caso lo único que va a conseguir la muchacha convenciéndose de que fue un abuso es poner más incómoda la situación familiar y sufrir más, en mi opinión.
Lo que debería hacer es intentar sacar algo positivo de esto, osea, utilizar esta experiencia para empoderarse, para aprender a decir que NO cuando algo no le apetece, no volver a dejarse manipular por miedo a perder a nadie y que jamás le vuelva a suceder algo semejante.
Y a la hermana, si desde entonces no se ha vuelto a comportar así con ella, simplemente la perdonaría, pensaría que son cosas que pasan en el salvaje mundo de los adolescentes desinformados y poco concienciados y que lo importante es que no vuelva a suceder.
Construir en vez de destruir.
Un saludo!!