Estoy enfrentando una situación incómoda en la que mi suegro tiene una actitud inapropiada hacia mi hijo de tres años. Mi suegro es muy sensible y se ofende fácilmente, incluso cuando se le pide que no haga algo, lo cual crea tensiones. Hace poco, mientras estábamos en su casa y mi marido no estaba presente, mi suegro comenzó a pedirle a mi hijo que le tocara partes de su cuerpo, como el pezón. Me sentí profundamente disgustada al presenciar su expresión de placer mientras mi hijo lo tocaba. Además, me enteré de que mi hijo despierta a mi suegro durante su siesta, tocándole los pies, lo cual parece divertirle a mi suegro y le anima a hacerlo.
Tanto mi esposo como yo trabajamos, y aunque nuestro hijo asiste a la guardería, hay ocasiones en las que los abuelos deben cuidarlo en su casa debido a nuestras obligaciones laborales. No contamos con otros familiares que puedan ayudarnos, y contratar una niñera está fuera de nuestro alcance económico, ya que trabajamos muchas horas y apenas llegamos a fin de mes.
He intentado abordar esta situación enseñando a mi hijo a rechazar cualquier solicitud inapropiada de un adulto, utilizando palabras fuertes como «pederasta». Sin embargo, comprendo que esta no es una solución adecuada y que puede causar más confusión y enfado en mi hijo. Necesito buscar una manera más efectiva de abordar este problema.
Me preocupa cómo abordar este tema con mi esposo, ya que sé que él defiende a su padre fervientemente. No quiero que esto cause una ruptura en nuestra relación o que nos quedemos sin una opción de cuidado para nuestro hijo.