Es oficial. Ayer por la noche decidí borrar mi cuenta en Tinder. Y sí, digo borrar porque después de meses de idas y venidas, de decidir no mostrarme en Tinder y volver a las dos semanas ya fuera por aburrimiento o por pensar que esa vez sería la buena, me he cansado. En mis 6 meses en Tinder he tenido cuatro citas. La primera fue con un chico que me encantaba, pero que me acabó aburriendo porque más que citas parecían tertulias literarias (y ojo, que soy filóloga y dame ese tema que me enamoro, pero cinco citas así, sin nada más…). En la segunda, el chaval por chat, majísimo, sacado de una revista, pero cero feeling por mi parte al vernos. En la tercera, tuve que hacer llamada de emergencia, no digo na’ y lo digo to’. Y en la cuarta, el chico me canceló dos veces. Bueno, en realidad tuve tres, no cuatro. Total, que aparte de estas citas sin chicha ni limona’, quería hablaros de los personajes que por Tinder acechan:
1. El modelo que te hace plantearte si es un perfil falso, un ególatra, o yo que sé qué: sin camiseta, en poses dignas de un anuncio de perfume, y con más Photoshop que la Presley en el Hola. Sí, es él. Yo creo que nunca he swipeado a la derecha, pero de esos muchos, muchísimos.
2. El de la foto con su madre: yo es que vengo ya con traumita de suegra, más loca que todas las cosas la señora. Pero ¿de verdad te metes en una aplicación a ligar y subes fotos con tu señora madre? No sé si intentas vender ternura o qué, pero yo digo next.
3. El de en el que todas sus fotos sale con amigos: sí, amigas, esto es como encontrar a Wally. Por qué lo hacen, no lo sé. Al menos podían poner emojis para que supiéramos quién de todos es. No sé, una ayudita, como cuando los padres nos chivaban por donde estaba Wally. Frío, frío.
4. El de no me gustas tú, pero tu amigo sí. Este es una variante de la anterior. Un par de fotos suyas, que casi le estás dando a la izquierda cuando de repente ZAS, foto con el colega y madre mía. Dudas sobre si intentar hacer match y preguntar por él, pero te haces la buena y sigues con la pesca. Quizá el amigo también ande por esos lares.
5. El sugar daddy. Ay que me muero. Cuando me salió la primera vez, no me lo podía creer. Fotos de un señor en traje buenorro decapitado. Pero en serio estamos tan mal. Espero que nadie le dé. Me imagino a un Amador de LQSA intentando trincar con el personaje de Sara Sálamo.
6. Los amos del sado. Y es que Christian Grey ha hecho muchísimo daño. Señores que buscan sumisas, con o sin experiencia, que si no la tienes, don’t worry, que ellos te inician en el mundillo. Obviamente no hay fotos de su persona, pero de los artilugios que quieren utilizar contigo, unas cuantas.
Seguro que me he encontrado con más perfiles, pero ahora no caído. Y vosotras, ¿con qué personajes habéis dado? Un abrazo para las que Tinder les funciona, para las que no, y para las que como, yo, han decidido largarse.