Hola a todos!
Os escribo porque necesito consejo de alguien ajeno, y la próxima cita con mi psicóloga no es hasta dentro de dos semanas.
La cosa va para largo, os pongo en contexto:
Resulta que soy profesora interina, lo que conlleva conocer muuuucho mundo y sola. Hasta abril de este año lo llevaba más o menos bien, pero a partir de ahí me dio un bajón grandísimo, al nivel de que cada fin de semana (al venir a casa, donde vivo con mis padres y mi hermano), me pasaba el día llorando y agarrotada; entre semana también, claro, pero al no verme nadie, no era problema.
Yo lo achacaba todo a los nervios de las opos, que fueron a finales de junio, pero la fecha pasó y yo seguí igual; incluso en la semana después del examen tuve que ir a urgencias por un dolor de cabeza fortísimo que me duró horas.
A todo esto, la relación con mis padres, mi hermano y el resto de la familia iba fatal, solo eran capaces de entenderme mi novio y mis amigas, que sabían todo lo que estaba pasando.
En agosto nos fuimos de vacaciones de pareja, a mi pesar, pero al estar ya los billetes de avión pagados poco podía hacer para no ir. Allí me di cuenta de que, entre otras cosa, lo que me hacía sentir mal era la relación con mis padres, que son muy controladores (conmigo, con mi hermano, pese a ser menor que yo, no tanto), y que esta me generaba ansiedad. A la vuelta, convencida por mis amigas y mi novio, busqué una psicóloga y la cosa iba mejorando con su ayuda, hasta el punto de poder ya estudiar y que mis padres respetasen más mis idas y venidas sin meterse, pero…
Esta semana es una regresión en toda regla: en cuanto me ven en el ordenador, reescribiendo mis temas, se enfadan porque no hago otra cosa y si hago otra cosa, me insinúan que no estudio. Además, entienden que, al estar estudiando, puedo hacer lo que ellos quieran en el momento en que me lo piden, porque «ya estudiarás después».
La gota que colma el vaso es que mi madre me ha pedido que la llevase a casa de mi abuela en mi coche, y la llevé en mi tiempo de descanso; al llegar, me dice que la lleve a por su coche, y la llevo pero, antes de bajarse, me ordena que pare a ver a mi abuela, algo que iba a hacer después, desde que dejase de estudiar, por lo que en ese momento no lo hice.
Al llegar yo a casa, me llama enfadadísima para decirme que «esa no es la actitud»… y yo me pregunto: ¿mi actitud sólo es buena cuando hago lo que ellos me piden en el momento en que ellos quieren? ¿cómo puedo hacerles entender que mi tiempo de estudio es como un horario de trabajo que debo cumplir?
¡Muchas gracias por leer!