El caso es, que siempre he tenido muy mala suerte en el amor, siempre me he juntado con hombres que buscan sexo, que han sido infieles a sus parejas ( incluso esposa) conmigo. Yo ya sufría de apatía hacia los hombres cuando hace cosa de un mes conocí a un chico que sin darme yo cuenta en ese momento él estaba interesado en mi, fue en un cruce de miradas cuando me di cuenta de que me sentía atraída por él, nos mirábamos,nos sonreíamos y la cosa quedó ahí porque yo me tenía que marchar, al día siguiente lo encontré en Facebook y lo agregué, tras una amena conversación quedamos en que yo iría a verlo a Madrid. Un mes después llega el día, nos encontramos y la primera noche únicamente nos tomamos unas, al día siguiente lo invito al piso y nos acostamos juntos, ese día el me reconoció que se quedo con ganas de decirme algo aquella noche ( pero se refería a decirme de follar) se marcha al día siguiente y quedamos en vernos el viernes, volvimos a vernos y fue una noche genial. Al día siguiente yo marchaba para mi tierra (él dijo que vendría a mi tierra de visita) él es músico, y tenía un festival de una semana por delante en otra ciudad, ahí empezaron mis rayadas , cosa que me he intentado prohibir a mi misma ya que tengo un montón de amigos músicos y no van por ahí de folleteo, van a tocar y conocen personas, cosa normal, pero a medida que me salían notificaciones de que agregaba mujeres venían mis rayadas, no me rayaba el echo en si del todo, lo que me taladraba la cabeza era y es que me acuerdo de él todos los días, y esto no me había pasado nunca ¿dónde está mi independencia? ¿Realmente puede que solo quiera sexo? ataques de autoestima del tipo mira que mujeronas tan guapas ha conocido, por qué iba a quererme a mi? análisis de todas las frases que puedan indicarme que solo quiera sexo y cosas así que han acabado por matar la ilusión que sentía por volver a verlo, del miedo de que cuando estoy con él he sentido amor y eso abriese todas las heridas guardadas. Tantas amigas que he escuchado a lo largo de los años se han culpado de expresar su querer, de cuidado que no se agobie, de tantas culpabilidades que nos echamos las mujeres por una cosa u otra, que yo siempre he sido la amiga fría que se ha negado a esos juegos y le costaba un cojon sentir nada por ninguno. Y ahora, en esta tesitura de no saber si me boikoteo a mi misma, de si debería de abandonar la partida sin tan siquiera jugarla, solo siento miedo. A ver que me podéis decir, compañeras…