Primero, te doy la enhorabuena por haber perdido esos kgs. y conseguir tu meta. Por otra parte, te entiendo: yo parezco un «tigre» porque encima cicatrizo mal (Síndrome de Ehler Danlos). Las tengo en las caderas, cara interior de los brazos, rodillas y algunos pliegues. Y bueno, otras particularidades estéticas que podrían llamar la atención, como unos dedos muy arrugados por exceso de piel (y unas marcas en las articulaciones de las manos, «huella de elefante»).
Pero mira: tú tienes estrías ¿y? piensa que son cicatrices de batalla, que son un vestigio de lo que hemos vivido (en tu caso, pérdida de peso y que has cumplido una meta) y que nos convierte en únicas. Son como una huella dactilar que identifica lo que hemos vivido o como los anillos de un árbol. Donde unos ven algo antiestético , otros verán belleza (y la belleza no es solo estética). Lo importante es lo que veas tú, no los demás.
Sería aburrido vernos a todos iguales (piel tersa, ninguna flacidez, ninguna arruga): pareceríamos robots fabricados en serie.
Y otras personas tendrán calvicie, arrugas, flacidez, los ojos con el párpado caído (expresión facial de tristeza), cifosis (que les hace parecer con baja autoestima por la postura), etc. Pero es eso: apariencia. Tú podrías pensar que alguien «perfecto» no tiene demonios interiores que enfrentar (complejos) y seguro que esa persona está acomplejada por algo. Nos pasa a todos.
Si un chico te rechaza por eso, es que no vale la pena como pareja (y seguro que ese chico también tiene sus complejos, aunque trate de esconderlos) y que solo ha visto mujeres retocadas con PS (las idealiza), porque te aseguro que todas tenemos este tipo de particularidades físicas.