Estoy pensando mucho últimamente sobre las carreras universitarias y cómo ya desde dentro se fomenta un clarísimo rechazo a todas las personas (jóvenes o no tan jóvenes) que se ven obligadas a compaginar esos estudios con obligaciones laborales.
Durante estos cuatro años he estado estudiando y trabajando a la par. He tenido que experimentar una gran inflexibilidad por parte de la universidad: profesores que no se hacen cargo y delegan sus responsabilidades al «pregúntale a tus compañeros», plazos totalmente ridículos para solicitar evaluación final de las asignaturas, o que los justificantes laborales no tengan ningún tipo de valor.
Recordemos que son estudios SUPERIORES que cualquier persona ADULTA podría cursar. Me resulta gracioso que en algún momento de mi carrera se nos hizo reflexionar sobre si son las universidades actuales guarderías de adultos. Y yo no puedo dejar de pensar en el «castigo» que reciben los adultos que tienen vida más allá de la estudiantil. Adultos que tienen que hacer malabares en un sistema rígido que busca la exclusividad.
Me da mucha rabia comprobar que, al final, las universidades siguen hechas para personas que NO tienen obligaciones más allá de darse el paseo hasta la facultad y tomar apuntes.
La universidad sigue hecha para los hijos de aquellos que pueden permitirse que sus hijos estudien. Y serán ellos los alumnos brillantes. Y serán ellos los que puedan ir de Erasmus. Los que elegirán prácticas en centros donde «van de parte de». Serán ellos los que exijan a los profesores la matrícula de honor, en vez de dejar que las concedan.
Pero también serán ellos los que no conozcan más allá. Los que van a crecer en su propia burbuja de ensueño. Los que no están acostumbrados a cuestionarse su ego y juzgarán a cualquiera por no ser tan «brillantes» como ellos. Y también serán ellos los que se mueran de ansiedad cuando tengan que afrontar algo nuevo «sin ir de parte de». Será tan dura la vida que serán incapaces de decir «buenos días» cuando llegan a un sitio, y un «hasta luego» cuando se marchan. Doy fé de esto porque han estado sentados conmigo en clase.
Vaya batiburrillo de cosas. En fin… necesitaba soltar. Gracias por leer.