Os cuento mi drama porque me siento totalmente pérdida.
Mi pareja y yo llevamos casi 10 años juntos, empezamos muy pronto (13 y 14), era una relación a distancia y desde hace algo más de dos años él se mudó a mi ciudad.
Siempre hemos tenido una relación muy idílica, no somos nada conflictivos y ya antes de estar juntos nos queríamos mucho por lo que nunca hubo un problema grave por el que discutir. Por temas familiares me vi forzada a madurar de golpe y desarrollé varios traumas que a dia de hoy sigo tratando.
Él siempre me ha acompañado, fue mi apoyo en momentos en los que yo lo único que quería era desaparecer, pero con el tiempo veía cosas que me hacían replantearme si no me estaba acomodando.
Es una persona muy buena pero no muy madura, y en concreto emocionalmente nada madura, eso hace que muchas veces yo quiera comentarle cualquier cosa de la relación y él se ponga a la defensiva y evada todo tipo de conversación conmigo.
Es cierto que con los años poco a poco se ha ido abriendo más pero nos ha costado muchas charlas (en las que normalmente yo hablo y el escucha y asiente), y me he dado cuenta de que cuando se abre es por cosas que le interesan.
El mayor problema que yo veo es que no tiene implicación ni ganas de nada, viene de una familia que tiene ese mismo patrón, justo al contrario que la mía que igual nos pasamos de intensos en todo. Su trabajo no creo que le haga especial ilusión (se dedica a lo mismo que su padre, hermano etc), cuando pasamos tiempo juntos no suele proponer planes y todos «le dan pereza», nuestras vacaciones siempre las he planeado yo, etc.
Las veces que hemos discutido siempre ha sido por lo mismo, y es que yo notaba que tenía que tirar del carro siempre, que sino nos estancabamos y a día de hoy, vuelvo a sentir lo mismo.
Puede dejar las cosas pasar AÑOS, incluso cosas importantes de su salud, trámites etc, y no tiene nunca una explicación, siempre es «porque no», hasta ahora aunque me molestaba me mantenía al margen porque daba por hecho que no me incumbe pero claro, cuando empiezas a planear una vida… Te asustas, yo estoy en proceso de sanarme aún y empiezo a liberarme de mucha culpa y muchas responsabilidades que no son mías, y siento que con él tengo más.
Con todo este rollo quiero decir, que yo ya estoy prácticamente convencida de que esta relación no va a ningún sitio pero a la vez lo quiero tanto y estamos tan bien cuando estamos juntos que no soy capaz de tomar la decisión. Él siempre ha sido muy cariñoso y atento físicamente pero emocionalmente… Creo que no es capaz sinceramente. Yo no quiero estar sin él, pero siento que estoy enamorada de una versión de él que no es del todo real, que son más mis expectativas.
Llevamos varios días sin hablar porque de nuevo, trate de tener la misma conversación pero le dije que no quería tenerla por WhatsApp, y él prefirió no venir a verme a tener que enfrentarse a esa conversación (palabras literales, y yo no podía conducir, vivo a 10 minutos de su trabajo, no creo que haya escusa). Todo esto después de llevar confinada desde el día 1 y sin verle en condiciones desde el 26, solo ha venido un par de veces a saludarme a la puerta y porque yo le pedí compra, pero ni siquiera sale de el venir o llamarme.
El caso es que no me veo fuerte para tomar una decisión, porque sé que a la mínima que el me insista volveriamos a la misma rueda (ya ha pasado).
Después de toda la chapa, ¿Que creéis que debería hacer? Al final se reduce a intentarlo de nuevo hasta llegar a un límite (que no se cuál es), o cortar la relación a pesar de que ninguno de los dos quiere realmente.
Muchísimas gracias por leerme 🖤