Hol@!
Escribo este post para que, sobre todo, llegue a chicas jovencitas. Yo he tenido complejo de gorda toda mi vida. Es verdad que a partir de los 8 años tuve sobrepeso y sobre todo después de los 21 cuando emigré a Inglaterra cogí muchos kilos y me convertí en obesa pero cuando tenía 15,16,… años tenía mucho complejo de gorda, complejo de gorda y culpable!! Creía que era inferior a mis amigas por el hecho de ser gorda, que no podría fijarme en los chicos «guapos» por ser gorda (tendríais que ver a mis primeros novios…si un chico me decía algo bonito, me aferraba a ello porque pensaba ¿quién me va a querer a mí?).
Años después y construyendo mi confianza, después de salir poco a poco del cascarón de este complejo y también, con la suerte de estar enamorada de mi «hombre perfecto» (yo que soy gorda conseguí a mi hombre ideal, quién se lo hubiera dicho a mi joven-misma): puedo decir VAYA GILIPOLLAS. Veo fotos de mi misma ahora que peso 20 kgs más que antes y me pregunto -¿Cómo podía pensar que estaba gorda?. Es verdad que soy alta y que nunca he tenido el estómago plano pero gorda? Y no lo digo como si fuera algo malo: ahora soy gorda y feliz, feliz porque soy consciente de mí misma, porque aprendo a sacarme partido y lo más importante: porque mi valor como persona no es mayor o menos según el número de una báscula.
Porque ahí estaba el problema, y en él he ido y sigo trabajando; en que yo creía que por ser gorda tenía que conformarme. Conformarme con los chicos a los que yo le gustaba, independientemente de si eran mi tipo o me gustaban a mí, conformarme con la ropa en la que podía entrar en las grandes tiendas comerciales, conformarme con ser siempre el chico cuando bailaba en pareja con mis amigas, conformarme con que la que ligaba era siempre otra, yo solo era la amiga graciosa e interpretaba mi papel como tal.
Con los años estoy aprendiendo a quererme, a fijarme (solo con los ojos, mi tiempo de catar ya pasó) en los chicos que sí me llaman la atención, a cabrearme porque no haya mi talla en las prendas que me gustan e irme de las tiendas en vez de comprar aquello que me sirve independientemente de si me gusta o no, a responder a mi madre cada vez que me presenta a una amiga o a cualquier desconocido resaltando lo «guapiña que soy aunque debo de perder peso», etc.
En definitiva, ojalá pudiera volver atrás 10 años y caponear a mi joven-misma y enseñarle que la belleza se basa en la confianza ni más ni menos y sobre todo que aprendiera a disfrutar siendo ella misma.