Hace un par de años monté una empresa, al principio todo iba más o menos bien, tirando, pero hace unos meses las deudas se me acumulaban y en lugar de decir la verdad, preferí por vergüenza pedirle dinero a mi familia diciéndoles que lo necesitaba para invertir en una nueva máquina que me produciría más negocio.
Les conté que todo iba muy bien y que me hacía salido un cliente bueno que me haría buenas compras cada mes pero que necesitaba esa máquina. Entre mis padres y mis dos hermanos me prestaron ese dinero, saldé lo que debía y me sobró un poco para invertir en publicidad y tratar de remontar el negocio. Estaba convencida de que lo conseguiría, pero no fue así. Cuando le he dicho a mi hermano que me había equivocado y que el cliente me había abandonado me ha dicho que siempre puedo cerrar el negocio, vender la máquina (que nunca compré) y liquidar con ella y con el resto del stock lo que debo a mis proveedores y a mi familia. ¡Odio mentir y ahora estoy pagando las consecuencias!