a mis 12 años mis padres estaban obsesionados con que adelgazara, me llevaron a miles de doctores , nutricionistas y me apuntaros a deportes y gimnasio. Me decían que nadie me iba a querer si estaba gorda, que de mayor les iba a echar a ellos la culpa de que me viese tal como estoy hoy, gorda. Por su culpa le cogí fobia a ir al médico, ya que me han hecho llorar en muchas consultas en mi adolescencia, donde me han insultado y me han hecho sentir el ser más asqueroso del mundo,a mi yo de aquellas, que solo era una niña pequeña que no sabía como funcionaba el mundo, y que creía que la finalidad de el era estar delgado y ya.
HOY, con 21 años, recuerdo los insultos de mi hermana, put* gorda, resonando fuerte el fondo de mi corazón, y me cuesta creer que esas palabras tan maliciosas y que tanto me marcaron la vida, pudiesen salir de alguien que ahora a sus 29 años, daría la vida por mi.