Sé que poner a «prueba» a alguien no es lo más sano, pero en su día mi relación estaba tan mal que se me ocurrió como ya el ultimo recurso de ver si se salvaba.
No estaba segura de abrir la relación porque soy muy territorial, que no celosa, yo no quiero lo que tienen otras, yo defiendo lo que ya es mío. Pero mi ahora ex me propuso abrirla y decidí probar.
Yo pensaba para mis adentros que el hecho de que se pueda estar con otras personas no significa que se DEBA hacer. Igual que puedes tirarte por un puente. Haber, poder puedes, pero no por eso tienes que hacerlo.
Pues así pensaba cuando le puse a prueba. Le daría libertad para hacer lo que él quisiera aparte y desde esa libertad yo vería lo importante que era yoa realmente para él. Porque el hecho de que pudiera estar con otras tías no significaba que lo tuviera que hacer. Yo tenía también vía libre pero no quise hacer nada con nadie, porque le adoraba y cuando adoras a alguien los demás no existen. Cuando eliges a alguien renuncias al resto.
Por eso entre otras cosas que ya pasaban decidí dejarle. Me di cuenta de que se tocaba con otras más que conmigo, que estaba deseando abrir la relación para lanzarse y eso no casa con estar realmente enamorado de una persona.
Aunque la relación acabó mal (aunque aun seamos amigos) me sirvió para aprender mucho de mi misma, sobre todo en el tema relaciones. He aprendido que sí quiero una relación abierta, pero que mi pareja, aun teniendo la libertad y la opción de hacer lo que quiera con otros, decida libremente no hacerlo. Sin que yo le obligue ni le ponga «pruebas», que aun pudiendo salir con cualquiera y pudiese elegir a cualquiera, desde su libertad me elija a mí siempre.