Hace poco escribí un post en el que os explicaba que lo había dejado con mi ex pareja, y que había retomado la amistad con un chaval con el que hace más de 9 años había tenía un rollete fugaz, y que me molestó el hecho de decir de vernos (en plan colegas, sin más) y él me dijera que estaba ocupado por temas de trabajo, etc. De hecho, el post lo escribí porque le propuse quedar el finde y ni siquiera me contesto, me dejo en visto.
Lee el post aquí
Leyendo vuestras respuestas es verdad que pensé que no tenía interés, y pasé un poco del tema. Es verdad que me sentí un poco estúpida porque me gusta la gente honesta pero visto como está el percal me da que poca gente es sincera. Bueno, ayer justamente le escribí para decirle que había tenido un sueño muy malo con él (era un sueño bastante extraño y nada bueno), se lo comenté como una anécdota, sin más. Le hizo gracia, y bueno me pregunto a qué hora salía de trabajar para vernos. En un principio me lo pensé, le dije de quedar más tarde porque yo iba con pintas de trabajo (chándal, sin apenas arreglar…) pero qué cojones, le dije que sí, total iba a quedar con un viejo amigo, y ya está, me tiene que dar igual si le gusto o no. (Me sorprendí de decirle que sí porque soy muy insegura pero gracias al trabajo de mi terapeuta estoy consiguiendo ir poco a poco recuperando la autoestima.)
Bueno, quedamos en un punto intermedio que nos veía bien a ambos, justamente quedamos en los 100 Montaditos, curioso porque cuando nos vimos por primera vez fue allí. La cosa, es que me hizo ilusión verlo, estuvimos desde las 15 y pico hasta las 19 largas… Me sentí cómoda, fue raro porque hacía como 10 años que no nos veíamos pero teníamos conversaciones como si nos conociéramos toda la vida. Me habló de su vida, de a qué se dedica, me estuvo enseñando en su portátil algunas cosas de su trabajo, me dijo que había pasado una mala etapa en su vida… Os digo esto, porque claro hablar con alguien que hace mil años que no ves, y hablar de manera natural se hace extraño. Un dato curioso, es que ambos coincidíamos en que somos muy fríos, y que esto de la pandemia nos ha venido genial para evitar dar dos besos, o abrazos, él me dijo que no daba abrazos a nadie, solo a su círculo más cercano. Os recalco este detalle porque cuando nos despedimos fue él quien me dio un abrazo, yo me quedé un poco parada porque no me lo esperaba pero no dije que no. En teoría antes de despedirnos quedamos en volver a vernos la semana que viene, en el mismo sitio.
La cosa es que hoy no lo he podido evitar (porque es mi forma de ser, y creo que es algo que no voy a poder cambiar nunca) le he dicho que me alegraba mucho de haberlo visto después de tantos años, y que me lo pasé muy bien. Sus respuestas han sido secas, «sí, estuvo bien.» y poco más.
Obviamente, no le voy a hablar más porque no quiero ni resultar intensa, ni pesada y tampoco quiero nada, perooo… una parte de mi piensa que no va a decirme nada de quedar de nuevo, y otra parte me raya que haya sido todo tan natural, y el abrazo. Y más, cuando él y yo fuimos «un rollete.»
¡¡Muchas gracias por escucharme!!