Hoy os vengo a contar lo que me sucedió el verano pasado. Como cada verano busco trabajo aunque no sea de lo que estudié. Ese verano era la primera vez que trabajaba como camarera seriamente y mi jefe a pesar de tener casi 40 años parecía más jóven. Teníamos una relación de amistad más que como jefe-trabajadora. He de decir que por muchas fichas que me tire un chico no acepto que le pueda gustar hasta que me lo dice directamente. Mi jefe era super cercano conmigo, hasta varias veces le pillé mirándome a otras partes que no fuera mi cara, pero no le daba importancia. Al acabar el trabajo estuvimos casi 1 mes sin vernos, y me citó en su bar, y no sé cómo acabamos en su casa. Finalmente no hicimos más que unos simples tocamientos, no tenía condones y casi que mejor, porque el «chiquillo» tenía poca soltura. Me tocaba el clítoris de manera que me dolía, jamás en mi vida… Tras ese desencuentro no volvimos a hablar hasta que un día, de repente, me dijo que fuera una locura y que él tenía novia con la que llevaba 15 años. Y yo pues claro me había quedado flipando, ya no solo porque me mintió si no que compadezco a su novia por tener a alguien con tan poca maña… CONTINUARÁ.