Mi chico y yo estábamos viviendo en una pompa de realidad desde la cuarentena que evidentemente se tenía que explotar. Somos los dos súper caseros, súper ordenados, nos gusta comer lo mismo, tenemos gustos super parecidos y nos flipan cosas super parecidas.
Nos mandaron a los dos a currar desde casa, durante la cuarentena vaciamos una habitación que teníamos de almacenaje y la convertimos en un despacho de pinterest. Cogimos muebles viejos, los restauramos, lo llenamos de plantas, de puntos de luz tenue… Precioso, ojalá poder adjuntar fotos.
Desde que estamos aquí los dos todo el día nuestra rutina era increíble, yo preparaba el desayuno, él la comida, fregábamos los platos a la inversa, al terminar íbamos a la compra… Organización 10.
¿El problema? Lo han obligado a volver, sale de casa a las 8 de la mañana y no vuelve hasta las 19h, evidentemente no puede hacer todo lo que hacía antes, pero yo tampoco tengo tiempo para hacer lo que él no hace.
Hay broncas porque me toca a mi cocinar todo el rato, pero claro él llega muerto, aunque yo tampoco es que me esté tocando el papo, que estoy en casa sí, pero currando.
Casi no hablamos, casi no follamos, casi que ni nos miramos… Hay una tensión en casa horrible.
De momento ya hemos dicho que vamos a probar a pedir en Wetaca, pero me da la sensación que es más un parche que otra cosa.