Hola amigas, vengo aquí a contar mis penas a ver si así son menos.
Me realice una reducción de estómago hace 7 meses y personalmente estoy contenta aunque está siendo un proceso muy muy duro.
Mi pareja me apoyó al principio, pero cuando vio los cambios que mi nuevo cuerpo requería en mis hábitos, empezó a dejar de apoyarme.
Digamos que antes teníamos una vida muy sedentaria y lo que más nos gustaba era pedir comida a domicilio y salir a comer y cenar o al cine con palomitas.
Yo ahora puedo salir, pero prácticamente no puedo comer. No tiene sentido ir a cenar cuando no puedo pedirme un plato para mi, o pedir a domicilio si un plato me dura 3 días. La comida ha dejado de ser una prioridad para mi, y eso a él no le sienta bien porque dice que ‘para comer solo, pues nada’.
Yo intento adaptarme y le digo de salir, o que pida él comida que a mi no me importa, pero se pone de morros y está empezando a afectar a nuestra relación.
que creeís que puedo hacer