Dilema en el tren

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  • Mia
    Invitado
    Mia on #929015

    Hola a todos!! Vengo a contar esto como anécdota porque ni yo misma sé qué hacer al respecto o cómo tomarmelo. En fin ahí va.
    El finde pasado viajamos mi marido y yo con nuestra niña de cuatro años en el tren, íbamos de vuelta para casa de unas vacaciones. Bueno todo iba bien, la niña se comportaba muy bien y mi marido estaba contento. La cosa es que mi hija está en una edad en la que todo lo que ve, le gusta y lo quiere, y nos lo pide. El dilema viene cuando la chica de al lado nuestra saca unos pastelitos para comer y mi hija pues se quedó embobada, todos nos empezamos a reír y la chica (que era majisima y super buena con mi niña) nos dijo que si queríamos nos podía dar un pastelito para la nena, yo la verdad le dije que sí porque mi hija estaba ilusionada, pero ahí noté a mi marido muy tenso y raro. Al final la peque se comió el pastelito y le supo a gloria, estuvo jugando con la chica mucho rato y pues yo estaba siempre pendiente y la verdad todo genial.

    Bueno genial o eso pensaba, hasta que el día después mi marido me confrontó y me dijo que estaba muy enfadado conmigo por lo del tren.

    Bueno yo me quedé a cuadros y le dije que no sabía de qué hablaba, y me dijo que se me tendría que caer la cara de vergüenza al exponer a nuestra hija a una mujer extraña y encima dejarle que se comiera su comida.
    Mira yo me empecé a reír pero porque no sabía si me estaba vacilando o si iba en serio. Él se quedó muy callado y me dijo que no hacía gracia, que ahora había que enseñarle bien a la niña que no hablara ni se comiera nada de un extraño, que podían haberla envenenado o sedado.

    Yo no lo entiendo, la verdad, era una chica joven como cualquier otra y la pobre estaba a su bola, en su asiento, comiendo sus pasteles pero mi hija se puso un poco pesada en cuanto los vio y ella le dio uno. Es que no hay nada más, pues eso mi marido no lo ve así. Que tendría que habérselo consultado me dice… Si estuviera la niña sola vale que fuera peligroso, pero es que estaba con nosotros y no le quité el ojo en todo el viaje! Y adivinad, el pastelito le sentó magníficamente y estuvo contenta todo el día solo por eso.

    Mi marido me lleva ya unos días Insistiendo en que tenemos que tener una charla sería con ella, que hay que llevarla al médico a hacerle pruebas, que he destrozado la desconfianza de la pareja…
    Yo estoy alucinando, sé que él puede ser un poco rarito pero esto ya es cruzar el límite, no?


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    Isa
    Invitado
    Isa on #929028

    Mia, desde mi punto de vista hacerle pruebas es mucho… Pero personalmente no aceptaría comida de un extraño, por muy agradable que sea, ni para mí ni mucho menos para una criatura. Pero sin lugar a dudas son diferentea puntos de vista…

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    Mari
    Invitado
    Mari on #929030

    No has hecho nada mal. Entiendo que tu marido hubiera obrado de otra manera, y que lo habléis para ver los puntos de vista, y como actuar en otras ocasiones.
    Pero ese cabreo tan gordo no tiene ni pies ni cabeza. Está fuera de lugar.
    Puede exponerte sus inquietudes, pero no imponerse de esa manera.
    Comentas que el es particular, pero lo veo también muy autoritario de más.
    En un tren se viaje muy junto con desconocidos, y se crean relaciones y situaciones que no se darían en otro lugar. Forma parte de la adaptación a que nuestro espacio personal sea invadido por extraños. He viajado en tren con el gato de una desconocida en brazos, con un perro de una señora, con un bebé de semanas mientras su madre intentaba limpiar el vomitado del hermano, entreteniendo varias veces a niños, y sujetando bebés varias veces. He compartido comida, libros y revistas.
    He tenido charlas muy interesantes.
    Y momentos desagradables también, unos cuantos.
    Así que no te sientas culpable por que tu hija se comiera un pastelero de un chica que te parecía totalmente confiable. Si hubiera sido otro tipo de persona, otra comida, se lo hubiera ofrecido el…pues hubieras actuado de otra manera.
    Así que el problema no lo tienes por el suceso del tren, lo tienes por la reacción de tu marido, que no me parece correcta. Creo que ahí hay más que la rabieta por esta situación.
    Porque no se va a arruinar el futuro de la niña por una cosa puntual.
    Si tenéis ideas muy diferentes de la crianza tendréis que hablarlo con mucha calma e intentar llegar a un acuerdo.
    No le permitas faltas de respeto ni que se salga tanto del tiesto.
    Un abrazo.

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    Parafusa
    Invitado
    Parafusa on #929034

    ¿Puede ser que tu pareja o alguien cercano a él haya sufrido algún abuso infantil? Me parece exagerado pq tal como lo cuentas todo parece muy natural, no entiendo tanta excesividad en la reacción si no hay algo detras. Yo trataría de averiguar algo más.

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    Velma
    Invitado
    Velma on #929045

    Entiendo que hay que enseñarle a la niña que no debe coger comida de desconocidos pero estaba con vosotros y además ¿cómo van a estar envenenados los pasteles si la chica se los iba comiendo? ¿En qué clase de mundo vive tu marido que cree que la gente va por ahí con pasteles envenenados? Decirte que hay que hacerle pruebas a la niña o que has roto su confianza de pareja es pasarse 3 pueblos. ¿Siempre es así o sólo ha sido esta vez? ¿Antes de lo del tren estaba normal? Es que todo huele un poco raro…

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    Nanae
    Invitado
    Nanae on #929050

    Tú marido tiene razón en el fondo, si enseñas a la niña que está bien coger comida de extraños, lo hará estés tú delante o no. Perole falla la forma… yo hubiera entendido que lo hablará contigo para que no se repita la situación, pero que se enfade así, que diga que hay que hacerle pruebas a la niña, que se ha acabado la confianza… No parece una reacción muy caval.

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    Hola2
    Invitado
    Hola2 on #929052

    Que deberías haberle consultado? O sea, que deberías haber dejado que él decidiese. Flipo.
    La niña no cogió un pastel de un desconocido, la niña vio como alguien os preguntaba si podía darle uno o si queríais darle uno. Enseñarle que no coja nada de desconocidos sin consultaros está muy bien.
    El rebote que ha pillado tu marido no lo entiendo, y me parece exagerado que te diga que deberías haberle consultado… Tú no puedes decidir?

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    Snoopy
    Invitado
    Snoopy on #929065

    Estoy con @Velma, me parece un tanto exagerada su reacción.
    X otra parte, quizá sí habría q advertirla de q no siempre la gente es buena y q jamás coja o coma algo de un/a extraño/a y más si está sola en ese momento…
    Yo tb viajaba a menudo en tren, siempre almenos con un adulto (madre, hermanas, abuelxs…) Pues una de tantas veces compartimos mi madre y yo vagón de esos nocturnos con otra mujer y esta nos ofreció un toblerone de esos. Y comimos! Ahí en la oscuridad de la noche, jajaja
    Es verdad q tb puedes encontrarte de todo, otra vez no hace muchos años fui con mi hermana y mi sobrina y coincidió q entraron un par de tíos con pinta chunga y era evidente q trataban de convencer a unos q habían sentados justo delante de ellas para s se fuesen con ellos…Y ellas jiñadas x si les decía algo tb. Serían alguna especie de secta o algo, y con la música enchufada q salía un tío hablando y todo xD
    Con esto quiero decir q te puedes encontrar de todo, pero para eso está el sentido común. Y tu marido me parece un maniático q encima no parece ya de x sí, confiar mucho en el criterio de una mujer y tb madre de su hija q eres

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    Julia
    Invitado
    Julia on #929081

    Por esa regla de tres, cuando tú marido come fuera, sabe si el cocinero ha chupado la cuchara? O tiene alguna enfermedad que pueda transmitir? O no se ha lavado las manos? Pues eso.
    No has hecho nada mal. En el recreo los niños se comparten merienda y es lo mismo, si te paras a pensar

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    Reich
    Invitado
    Reich on #932053

    Pues si le cuento que yo, en un viaje en tren Zagreb – Sarajevo (o Sarajevo -Zagreb, no recuerdo) me mareé lo que no está escrito y gracias a Gordana la cosa no fue a mayores. Una mujer que no hablaba inglés (ni yo croata/bosnio) y que me ofreció agua, bolsas por si las moscas y una especie como de galletas hojaldradas dulces y saladas riquísimas hechas por ella. Luwgo ella y su marido, Luka, que la esperaba con el coche me llevaron a la puerta del albergue y hasta que no se aseguraron que estaba registrada, instalada y sin mareos no se fueron. También me dieron un papel con una dirección, de una farmacia, por si no se me iba el mareo.

    Que podría haber ido como el culo? Pues sí, la verdad, pero no. De hecho, toda la gente local que me crucé, muy maja y dispuesta a ayudar.

    Resumiendo: estando vosotros no sé qué sentido tiene «envenenar» a una niña de 4 años, la verdad. Reacción exagerada.

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