Buenos días gente hermosa!
Llevo ya un tiempo leyendo este foro y la verdad es que me ayuda mucho a entender otras visiones y a la vez acercarme a historias que se son ajenas pero con las que aprendo, sobretodo, a entender que cada persona tiene una experiencia y visión del mundo particular.
Hoy soy yo la que quisiera contaros una situación que estoy viviendo con la que a veces llego a dudar de mí misma y preguntándome si estoy exagerando.
Veréis, mi pareja y yo llevamos 3 años y medio juntos, dos de ellos conviviendo. Nos llevamos muy bien, nos tenemos un gran respeto y cariño y ambos somos del diálogo, ni nos gusta discutir a malas ni que el otro se sienta mal. Desde el principio hemos abogado por el diálogo y la comunicación como base de nuestra relación, aunque a veces pueda mejorarse y mucho (añado que ambos tendemos a la culpabilidad con excesiva frecuencia, pero eso es otra historia).
No obstante, también tenemos nuestras diferencias, las cuales han marcado nuestra relación en numerosas ocasiones: él es muy extrovertido (entre otras cosas no consiente quedarse en casa, no soporta la soledad, necesita tener planes constantemente, socializar muchísimo, etc), mientras que yo tiendo a la introversión (tengo amigos y muy buenos y me encanta pasar tiempo con ellos, pero necesito pasar mucho tiempo sola, me gustan las actividades más calmadas y sin mucho barullo, tengo aficiones que implican pasar tiempo en casa y lo disfruto). Por otro lado, yo soy muy emocional (me dejo llevar mucho por mis emociones, a veces no las entiendo, siento cosas que no sé de donde me vienen) y él es puro raciocinio (muy racional y pragmático, no le gusta indagar en sus sentimientos, etc). En fin, que a veces chocamos, y esto os lo explico para que entendáis lo que os voy a contar a continuación.
Otro dato a tener en cuenta es que en nuestra comunidad estamos en riesgo muy alto por COVID, por lo que las restricciones son muchas: bares cerrados a las 18h fines de semana, toque de queda a las 22h cada día (incluso en Nochebuena y Nochevieja), máximo 6 personas por reunión, prohibidas las reuniones de más de 2 grupos de convivencia, etc.
Actualmente estudio y trabajo: curro por las mañanas, vuelvo a casa corriendo y me voy a clase hasta las 21:30h que termino. Entre semana voy como pollo sin cabeza, y estas últimas semanas han sido desquiciantes, pues al estar de exámenes me he pasado los fines de semana encerrada en casa estudiando.
Total, que termino exámenes y las clases (por fin vacaciones escolares!), tenía mucha ilusión por descansar, relajarme y pasar tiempo de calidad con mi pareja (lo llevamos hablando semanas). Pues llega por fin el primer fin de semana que tengo disponible y me como de frente lo siguiente: el viernes él se va de comida con sus compis de clase (ya me había avisado de ello hacía días), lo que significa que se juntaban unas 8 personas (no convivientes, claro), comiendo y bebiendo (al aire libre, eso sí). A pesar de no ser una situación ideal, con comprensión e pedí que tuvieran cuidado y tomaran las máximas medidas de seguridad. Pues resulta que para el sábado, un amigo al que no ve casi nunca lo invitó a su casa a hacer una cata de cervezas con varias personas más (tampoco convivientes). Y para el domingo había quedado con otros amigos para irse a tomar setas alucinógenas (este es otro tema… a mi las drogas no me hacen pizca de gracia, él consume unas cuantas veces al año y en general lo hablamos mucho y hay comunicación).
El viernes llegó a casa ya a la noche bien cocido (llevaban desde mediodía bebiendo), el sábado llegó a casa también tarde (después de haber estado bebiendo todo el día también) y el domingo (hoy) tampoco le veré el pelo en todo el día porque estará por ahí de viaje alucinógeno.
En resumen, que estoy muy disgustada y triste por 3 motivos: no nos vemos en todo el fin de semana después de SEMANAS sin tener tiempo para nosotros; se pasa el fin de semana entero intoxicado (en serio, no hay mejor manera de pasarlo bien?), y además saltándose la normativa y exponiéndose a pillar el virus (que lo pille él solo pues mira, es su responsabilidad, pero a mí no me hace pizca de gracia y más cuando me estoy guardando de hacer muchas cosas por prevención).
Anoche lo hablamos, yo estaba muy dolida por todo esto, me cuesta entender que él no vea el problema (me dijo abiertamente que le daba igual pillarlo y la responsabilidad, y que si tomaba algunas medidas era por mí, como ventilar en casa de su amigo o llevar mascarilla cuando van los de clase (6) juntos en el coche camino a clase cada día. Hola? Pensaba que era sentido común???). Él argumenta que hacer vida social le hace bien y que no está dispuesto a renunciar a ello (tampoco le pido eso, simplemente que lo haga con moderación y aumentado las medidas).
En fin, no me enrollo más. Está claro que tenemos versiones polarizadas de muchas cosas, pero el conjunto de este fin de semana me ha colmado el vaso. Estoy muy triste y decepcionada, y lo peor es que me siento mal contándonselo porque sé que se siente muy culpable y también lo pasa mal (estoy aprendiendo que debo hacerlo igualmente). Intento hacerlo desde la comprensión, la paciencia y el cariño, pero siento que la cago igual. Y tampoco quiero pedirle que deje de hacer ciertas cosas, considero que es él el que tiene que ser responsable y tomar sus propias decisiones siendo consecuente.
Cómo lo veis? Es justificado mi disgusto? Cómo os sentiriais vosotros/as? Os leo!
Muchas gracias por haber leído hasta aquí (vaya tochazo en un momento!). Sois geniales y es maravilloso que exista este espacio donde podernos compartir.
Un abrazo muy cariñoso!