No se por donde empezar y no quiero enrollarme yo aquí como una persiana…pero empecemos por el contexto: yo con mi carrera recién acabadita me vuelvo a casa de mis padres y me hago Tinder, tengo más tiempo libre, me aburro, mis amigas se lo hacen, por las risas blabla…pues conozco a un chico, super majo, vive cerca de mi, hablamos durante unos cuantos días y decidimos quedar. Era la primera vez que quedaba con alguien de Tinder, o casi en la vida, y los miedos que tenía eran que yo no le gustase y que no tuviésemos de que hablar, por suerte la conversación fluyo y al chico le guste pero…él a mi no.

Pasan unos meses y vuelvo a usar la aplicación más menudo y conozco a otro chico. Teníamos cosas en común, físicamente yo creo que me podría gustar y después de unas semanas hablando decidimos quedar. Lo que se me cruzaba por la mente eran rayadas del estilo de y si no me gusta, y si no tenemos de que hablar… Bien, aquí viene el drama, me dio plantón cinco minutos antes de quedar, el tío me planta una excusa barata y hace bomba de humo. Y yo y mi autoestima salimos algo tocadas, eso si, la situación era tan de película que hasta me hacia gracia.

Y llega nuestro tercer concursante, hablamos un par de días, simpático, guapo y decidimos quedar, yo que soy muy cortada decidí ir pa’lante ya que después de pasarme semanas hablando con uno y me diese plantón pues no me apetecía perder el tiempo. Lo que me daba miedito era que yo no le gustase y que por alguna razón se montase una excusa y me diera plantón antes o durante. Que pasó os preguntareis, pues el chico era más bien algo sosillo, me costaba que hubiese conversación pero yo lo intentaba y conseguí una tarde decente, no sentí una electricidad ni por mi parte ni por la suya, un café sin más. Ahora viene el drama, nos despedimos y me mete la lengua hasta las cuerdas vocales, QUE EN TODA LA TARDE NO HUBO UNA SOLA SEÑAL, pues ala al lío, y…quería que me fuese con él, yo dije que no podía, no me esperaba esa salida y lo acababa de conocer, y no me salió irme con él a pesar de que lo intentó y perseveró (era muy guapete hay que decirlo).

Quizá yo quedé algo de «borde» o pasota pero…fue lo que mis tripas me dijeron que hiciese, no se si volverá a dar señales de vida o no, y tampoco tengo claro que haré. Como veis me he encontrado de todo y como siempre digo, al menos ahora tengo anécdotas que contar.