Los seguros baratos engañan mucho, una mensualidad barata esconde muchos copagos y sobrecostes. Léete muy bien las condiciones, como dice Paula, la mayoría de seguros excluyen o tienen carencias. Cuando te den un precio cerrado y sepas las condiciones, compáralo con el precio de pagar una prueba a toca-teja en la clínica privada que tengas más cerca y ahí decides si te compensa. Si ningún seguro te convence, a veces sale más a cuenta ir ahorrando y pagar las pruebas directamente sin seguro.

El problema de decir las enfermedades o de darte de baja una vez que te diagnostican es que luego, si te quieres volver a hacer un seguro, puede que no te cubran esa enfermedad que tenías previamente.
Por ejemplo, mi marido se cambió de compañía aseguradora y tenía una lesión de rodilla. Pues la nueva compañía no le cubre nada que tenga que ver con esa lesión.