¡Hola chicas!
Es la primera vez que consulto en el foro aunque he respondido a historias varias veces y me encanta leeros.
Os pongo un poco en contexto a ver si me podéis dar algún consejo. Siempre había pensado que lo que viví de pequeña en casa no era lo “normal”. No fue hasta hace unos años que decidí ir al psicólogo y fui consciente de que mi madre era narcisista y que había sufrido maltrato psicológico por su parte. Cuando era pequeña mis padres no tenían amigos de verdad, tenían muchos conocidos. Mi madre siempre les ponía buena cara pero luego en casa no paraba de criticarlos y de hablar mal de todo el mundo. Era algo enfermizo. A mí me hacía sentir muy mal que hablara así de esa gente y esa falsedad, el tener dos caras, una fuera de casa y otra dentro de ella.
Era una mujer muy fría que nunca me abrazaba ni me decía que me quería, por poneros un ejemplo. Desde muy pequeña me repitió que no tuviera amigas, que me iban a decepcionar, que me traicionarían, que sólo tenía que pensar en casarme y preocuparme por mi marido y mis hijos. Saboteó cada intento de amistad que tuve de pequeña, hasta el punto de obligarme a cortar relaciones con amigas diciéndome que la gente se reía de mí porque yo siempre fui muy grande para mi edad y que hacía el ridículo yendo con chicas que eran la mitad que yo, se echaba a llorar porque decía que la gente iba a pensar cualquier cosa si siempre iba con la misma chica, etc.
Ahora tengo 42 años y no he tenido hijos. Tengo pareja y algunas amigas pero echo de menos tener al menos una buena amistad femenina con la que quedar. A lo largo de mi vida adulta he tenido dos grupos de amigas de las que me alejé porque cuando faltaba una las demás no paraban de criticar a la que no estaba, y no me sentía nada cómoda en esas situaciones. Hoy por hoy tengo amigas que he ido haciendo a lo largo de los años, sobre todo en trabajos, pero no se conocen entre sí.
Mi pareja tiene muy buenos amigos, tiene su grupo hecho (todo hombres) y desde el primer día me acogieron como si fuera una más del grupo. Ellos se ven todas las semanas y siempre cuentan conmigo para hacer planes, para quedar a tomar algo o ir a algún sitio, estoy muy cómoda con ellos. No voy siempre porque también entiendo que son sus amigos y que, por ejemplo, si quedan los sábados a tomar café, pues prefiero que estén ellos hablando de sus cosas. Y luego podemos quedar por la tarde todos o lo que sea.
El caso es que yo apenas veo a mis amigas. Si les digo de vernos nunca pueden. Entiendo que cada una lleva su vida, pero por ejemplo, vivo a 15 minutos de una de ellas y hace un año que no nos vemos. Hablamos de vez en cuando, a veces escribo o llamo yo, y otras veces ellas. Ha llegado un punto que ya no les digo de quedar y son ellas las que me escriben diciéndome que tienen muchas ganas de verme, que a ver cuándo cuadramos agendas. Pero cuando les propongo una fecha, todo acaba quedando en el aire y no quedamos. O justo ese día no pueden y ya quedaremos más adelante. Hoy me ha escrito otra, que tenía muchas ganas de verme, que hace meses que no quedamos. Y cuando le he dicho de vernos la semana que viene me ha dicho que ya si eso para el mes que viene.
No sé cómo gestionar esta situación porque son mis amigas, las quiero pero me gustaría verlas de vez en cuando porque la última vez que quedé con una de ellas fue hace 4 meses. Por un lado creo que si no quisieran verme no me dirían que tienen ganas de hacerlo ni me escribirían / llamarían. Pero por otro, nadie está tan ocupado como para no verse en un año viviendo cerca y sin tener hijos a nuestro cargo. Tampoco sé cómo hacer nuevas amigas porque me cuesta abrirme a gente que no conozco.
Gracias de corazón por vuestro tiempo