El ascensor

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    Tey on #157722

    -Adiós- Se despedían al unísono los jóvenes en la puerta del bar; la fiesta del cumpleaños n° 18 de la prima de ella había terminado.
    Llevaban ropa más o menos cálida ya que eran finales de mayo y la cercanía del verano ya se hacía notar, él con la mochila ya en la espalda tomó la mano izquierda de la chica y enlazo sus dedos con los de ella, se miraron, sonrieron y partieron camino a casa de Daniel.
    Ella se estaba quedando en su casa debido a que había asistido a su graduación y al hecho de que ya llevaban casi un año saliendo juntos; en ese largo camino de casi 20min fueron hablando, de la fiesta, de ellos, de que no les quedaban condones y como si la suerte los acompañase esa cálida noche de mayo la farmacia que quedaba camino al bloque estaba de turno a esas horas de la noche.
    – Buenas noches- Dijo Daniel saludando al encargado de la farmacia -Me das una caja de condones, por favor- terminó antes de recibir respuesta del dependiente, quien amablemente dio la caja en una bolsa y cobró. – Gracias, hasta luego- Dijo el chico guardando la bolsa en su mochila. – ¡Chau!- Vocifero ella enérgicamente, tenía un subidón inusual en su comportamiento y más a esas horas que ella ya debería estar somnolienta y bostezando más que respirando. – ¿Ahora eres un experto en comprar condones?- Pregunto la morena pegándose al brazo del pelirrojo. -La práctica hace al maestro, ¿no?- Pregunto él con esa sonrisa que siempre lograba ponerla nerviosa.
    Llegaron al portal que ya conocían de sobra, se pararon ahí «Para sacar sus llaves» pensó ella, pero no, sorprendiendola él la tomó de la cintura y con la otra mano tomó su cuello y la besó, un beso desesperado, con ganas de quitarle la ropa en ese momento y tener sexo ahí mismo, en el portal y la morena no podía negar que le hubiese encantado que eso pasara, la soltó, sacó las llaves de su bolsillo, abrió la puerta y la dejó pasar primero para poder darle una palmada en el trasero, subieron los cuatro escalones que daban a la puerta principal del bloque y él se la abrió, igualmente la dejó pasar delante pero esta vez se limitó sólo a mirarla.
    Ella llamo el ascensor y cuando estuvo ahí abrió la puerta, pasó primero y se puso frente a la puerta, pegada al espejo que había en el interior para poder mirarlo, se acercó a él y lo beso, comenzó como un beso juguetón, pero conforme iban pasando los segundos sus lenguas se fundian más y más en sus bocas, como si quisieran llegar a la garganta del otro, se separaron un momento para tomar aire y ver la hora que era, «01:13 a.m.» marcaba el reloj de pulsera del pelirrojo. Se volvieron a besar esta vez un poco más salvajemente, él pegó su cuerpo más al de ella, para pegarla al espejo del ascensor, una de sus manos sujetaba su cabeza y la otra estaba en su cintura, bajando peligrosamente hasta sus glúteos por encima de la falda, con su pie derecho el chico abrió un poco más las piernas de la morena para poder posicionarse en medio de ella y seguir besandola mientras apretaba y masajeaba las nalgas de la chica. Ella se apartó un poco de él y le dijo al oído «quiero hacerlo, aquí», al terminar el susurro le mordió un poco el lóbulo derecho sintiendo como empezaba a mojarse su entrepierna; el pelirrojo no tardó en responder a esa propuesta y con la mano que tenía en la cabeza de la chica tomó un poco de pelo y la jaló hacía atrás obligándola a quedar frente a él -Eres mala, gatita- le dijo entre dientes mientras sonreía, ese que hablaba ya no era Daniel, era la bestia salvaje y pervertida que guardaba en su interior y que sólo salía al verla a ella, a Andrea, que si bien podía pasar frente a todos como una inocente joven, el sabía muy bien todo lo que pasaba por debajo de esa fachada de niña buena.
    -Y lo que te encanta- Respondio Andrea con una sonrisa juguetona. Él soltó el agarre en que tenía a la chica y la beso, la beso como un sediento, con ganas de explorar una boca que si bien ya conocía, se las apañaba para sorprenderle cada vez, ella se aferró a su cuello haciendo que el beso fuese más profundo, volvieron a pegar sus cuerpos como si quisieran fundirse el uno en el otro y a si mismos en el espejo. Él pelirrojo dejo la boca de la chica para bajar por la barbilla y entretenerse en su cuello, primero con besos pequeños que hacían que la morena apretara más sus hombros, luego comenzó a lamer toda la zona, mientras con una mano tocaba sus glúteos y con la otra subia por encima de la camiseta a tocar uno de sus pechos, la chica se estremeció al sentir su mano tocando, masajeando y buscando la forma de liberar esos senos que si bien eran pequeños estaban firmes y con los pezones rosados; quitó la camiseta del elástico de la falda mientras que con su mano derecha levantaba esa falda gris tan bonita, que le recordaba tanto al verano, ella sólo se dejaba hacer, estaba tan ensimismada sintiendo las caricias que no pensaba en la situación en la que se encontraban, no quería negarle a él ese placer que sentia, mientras el buscaba la forma de liberar sus pechos ella se soltó un poco de su agarre para poder tocar su abdomen, lo que hizo que el chico diera un suspiro que la motivo a seguir, fue subiendo con sus manos, tocando cada parte de su torso, tenía algunos vellos en el pecho y se sentí a tan firme que la excita el imaginarlo desnudo, como tantas veces ya lo había visto, él quería volver a tener el control y seguir escuchando los suspiros de la chica, que le parecían una melodía hermosa, pero ella estaba tan segura en lo que hacía que no supo en que momento tomó el borde de su pantalón y desabrocho en botón, haciéndolo estremecer, bajo la cremallera y sin vacilar tocó su miembro que ya estaba bastante duro a esas alturas del juego, ella sonrió y le miro por un momento antes de ponerse de cuclillas frente a su entrepierna y bajar los boxers de color azul del chico.
    -Ah!- fue lo que salió de la boca del pelirrojo cuando Andrea tomó su pene entre sus manos, comenzó a mover una mano de arriba a bajo mientras le miraba con una sonrisa, le resultaba muy divertido verlo estremecerse ante sus caricias, se llevó el miembro erecto a la boca y comenzó a succionar, pasando al mismo tiempo la lengua sobre el glande haciendo que él se agarrara a los costados del ascensor.
    -Para- le ordenó en un acto de auto-control el pelirrojo para luego levantarle de los hombros y quedar de nuevo ambos a la misma altura, la presionó contra su cuerpo y levantó su camiseta junto con el sujetador para así poder acariciar y besar esos blancos pechos que tan loco lo volvían, mientras devoraba su seno izquierdo y pellizcaba el derecho, con su mano libre iba subiendo por la parte inferior de los muslos de la morena que ya estaba de nuevo bajo su poder, retorciéndose y gimiendo, buscando la forma de sostenerse en pie, tenía ambas manos aferradas a los hombros del pelirrojo y la cabeza echada hacía atrás.
    «Tócame, tócame ya» pensaba mientras sentía como una cruel tortura lo lento que subía y bajaba la mano en su entrepierna, cada caricia que él le daba era como un hierro al rojo vivo que quemaba su piel y la hacía mojarse para intentar apagar el incendio, mientras la desesperaba el chico cambio de lugar su boca está esta vez se concentró en el seno derecho, mordió y succiono el pezón de la morena como si quisiera arrancarlo y lo único que conseguía arracancar eran gemidos de la garganta denla chica que intentaba tapar su boca con la mano; él tampoco aguantó mucho con ese juego y le bajo las bragas para poder tocar mejor el centro de la chica que, con sólo pasar la mano por encima se notaba lo mojada que estaba, tocó su clítoris sin aviso alguno, esto hizo que la muchacha diera un gritito de sorpresa y placer que hizo sonreír al pelirrojo -Dios, estas tan mojada- Dijo llevándose el dedo que había tocado su clítoris a la boca, lo succión y continuo -Me encantas- Dijo casi gruñendo, ella sólo se limitó a mirarlo y le dijo en un suspiro -Quiero hacerlo, ahora- Se agachó a tomar los condones de la mochila, mientras el tocaba su miembro con una mano y la miraba de sonriendo, maldijo que los condones estuviesen tan sellados, pero agradeció haberlos comprado esa noche. Deprisa, debido a la situación, le puso el condón como toda una experimentada en el sexo (aunque no lo fuera), el la tomó por los hombros y le dio vuelta, quedaron él detrás suyo y ella viendo todo el panorama en el espejo, el sonrió desde su lugar -Ponte de puntitas- le ordenó, ya que ella era más bajita y casi no llegaba, está lo hizo y en cuanto tuvo la oportunidad la penetró, fue una sola estocada, fuerte, segura, que hizo que la morena pegara su cara al espejo y ahora un grito mordiéndose el labio -¿Te dolió gatita?- Pregunto él en un tono divertido y pervertido mientras comenzaba a salir y a entrar lentamente, ella no respondió, se limitó a seguir con el vaivén de las caderas del chico, estaba tan excitada, la situación era completamente nueva, se sentía expuesta, se sentía guarra y eso la excitaba aún más, sólo faltaba algo y cuando lo estaba pensando el le dio una nalgada para comenzar a moverse más rápido y eso era lo que faltaba un poco más de dolor, él la veía gemir, estremecerse, intentar aplacar sus gritos, se veía tan excitante en esa posición, que tenía ganas de entrar más en ella, de fundirse en ella y no salir nunca, comenzó a sentir como su vagina se contaría alrededor de su pene, eso era una clara señal que estaba por llegar al orgasmo. Entonces paso lo inevitable, alguien encendió la luz del pasillo anunciándoles que no estaban solos, Daniel salió rápido de la chica y presionó el botón del 7mo piso, la persona que estuviese en el rellano no vio nada y ellos tuvieron que acomodar sus ropas camino a la planta número siete, entre risas y nervios se besaron de nuevo, el se había puesto el pantalón con el condón aún en el pene, ella se burló de él entonces el pelirrojo le ordenó quitarse las bragas y así, ya en zona segura, se dieron un pequeño beso y entraron al departamento, en el cual terminaron lo que comenzaron en el ascensor. Pero eso ya es otra historia; gracias por leer.


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    Beatriz Romero
    Participante
    Beatriz Romero on #158107

    Hola Tey, esto es mejor que lo pongas en https://weloversize.com/foro/querido-diario-2/relatos/ que es donde están centralizados todos los relatitos para tener un acceso más cómodo a ellos.

    :)

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