Hola señoritas!
Me voy a dar el placer de contar esto con humor porque ya he pasado por diferentes estados de ánimo y creo que con la risa lo voy a gestionar todo mucho mejor.
Veréis amigas, soy la encargada de una papelería que está al lado de un instituto del barrio. Este es un negocio que cada mañana se peta de estudiantes que necesitan de todo a última hora. Bueno pues entre ellos está él. Un chaval al que conocí en septiembre casi al principio de curso, porque entró corriendo en la tienda como a 5 minutos de que tocase el timbre pidiéndome muy apurado si podía utilizar mi baño. Su cara de agobio era tal que le indiqué dónde estaba y al rato salió escopeteado por la puerta dejando un olor en la tienda que mejor ni os lo cuento. Solo diré que me pasé la mañana dándole al ambientador como que llegué a mi casa medio drogada por los efluvios del spray.
La cuestión, chicas, es que desde aquella mañana este chaval parece haber cogido cariño a mi baño y al menos tres veces por semana viene a dejarme el regalito. Y vosotras me diréis que puedo clausurar el baño o llamarle la atención, pero no lo tengo tan fácil. Primero, porque se cuela cuando la tienda está petada por sus compañeros y, segundo, porque no hay forma de cerrar el baño por fuera. Lo he hablado con mi jefa y me ha dicho que lo único que puedo hacer es llamarle la atención y decirle que o compra algo o sino que se vaya a cagar a su casa.
El problema es que soy medio gilipollas y cada mañana atendiendo a decenas de chavales con prisas por hacer fotocopias o comprar material me veo incapaz de pegarle un grito mientras lo veo que se mete en el baño. Sin contar, por supuesto, con todas las veces que ni lo veo y me doy cuenta de que ya ha llegado cuando sale y me deja la bomba fétida plantada en el baño.
Que sí, que me estoy comiendo sus pinardos por imbécil, pero es que yo no entiendo qué cariño le ha cogido este chaval a mi baño. Que ni es grande ni cómodo ni nada de nada, pero él bien a gusto que suelta lastre allí.
Después a mi me toca limpiar algún que otro derrape sintiéndome idiota perdida. Qué se hace en estos casos? No me veo capaz de pegarle una voz delante de todo el mundo ‘EH TÚ, CHATO, A CAGAR A VILLA ÑORDO!’ pero es que tampoco quiero pasarme lo que resta de curso soportando mierda ajena.
He pensado en cuarentenear el baño poniéndole un cartel de ‘averiado’ pero mi jefa es de las que dice que el baño tiene que estar siempre a disposición del cliente, aunque tenga una puñetera papelería que ya me diréis qué tendrá que ver, pero ella es así.
Por lo visto mi única solución es ponerle las cosas claras pero cómo????????