Hola chicas, vengo a desahogarme y a sentir que no soy una exagerada de la vida.
Hace a penas unos minutos que llevo intentando tranquilizarme de un micro-ataque de ansiedad que he sufrido de vuelta a mi casa en Alicante en un tren desde València.
Antes de nada, deciros que si estoy cogiendo este tren es porque mi vida me la he creado fuera de mi zona de confort y aún me está costando estos viajes que suponen despedidas tristes de todo lo que tengo en València (familia, amigos, zona de confort,…) y mínimo 3 semanas sin volver.
La cosa es que, llevo un tiempo con ansiedad a causa de varias cosas en mi vida y la situación de separación no es que sea algo que ayude a ello. Aún así, debo decir que soy muy feliz también allí con mi pareja. Pero bueno, sin andarme mucho por las ramas. Cuento esto porque hoy, al coger el tren para volver a Alicante, pretendía estar las dos horas y media de viaje, relajada y tranquila leyendo un libro para no pensar en que volvía a irme de mi ciudad. De repente, me ha tocado un señor muy amable y majo al lado que, por desgracia, no paraba de hablar. No me dejaba leer y yo no sabía ya cómo decirle de una manera cortés que me dejara un poco de tranquilidad. A eso que, delante nuestra, se sienta una pareja (chico y chica) que no para de besarse y calentarse el uno al otro. El chaval no llevaba la mascarilla y le he dicho que por favor se la subiera y sin problemas lo ha hecho.
Por otra parte, el hombre de mi lado, se comienza a quejar diciendo que no entiende que en nuestra cultura (él era árabe) se permitiera esa clase de gestos en público y yo le he comentado que es algo normal y que supongo que es cultural. Antes de empezar el trayecto ya empecé a ver cosas raras pero, no fue hasta una hora después que, de repente, mi vista podía ver entre los asientos, el brazo del chaval que no paraba de moverse y temblar. Y entre el hombre sin parar de hablarme y eso, he acabado explotando. Me he levantado y les he dicho que si no paraban avisaría al revisor.
Me he ido del vagón al último de todos y cuando me he podido tranquilizar, he cogido mis cosas y me he ido a otro diciéndole al hombre que encantada de haberlo conocido pero que me iba porque no podía con la situación.
Me he sentido tan mal y tan sucia que me ha entrado ganas hasta de llorar. Como seguía sintiéndome tan mal, he acabado chivandome al revisor. Y aquí estoy, en otro vagón escribiendo esto y sintiéndome sucia. Sin poder concentrarme en nada y sintiendo ansiedad por todo lo ocurrido…
Puede parecer una exageración pero yo no tengo por qué ver esas cosas. Disfruto del sexo tanto como cualquiera pero tengo respeto a la gente de mi al rededor y más si hay gente mayor o niños/as que puedan sentirse mal al respecto. Siento que me siento una exagerada y a la vez que tengo todo el derecho de sentirme así.