Testimonio de una seguidora enviado por mail a [email protected]

Hará unos años a mi se me encarga un trabajo de fotografía en el cual tengo que ir a una comunidad  de creencias chamánicas y fotografiar instalaciones, actividades, etc. para la página web ya que se ofrecían retiros espirituales, cursos, meditaciones y demás.

Se me invita a convivir durante un fin de semana con ellos a gastos pagados para realizar dicho trabajo y además me dan la oportunidad si quiero de participar en las distintas meditaciones, rituales, etc. que se iban a realizar de forma gratuita.

Yo en aquel momento era 0 espiritual y bastante escéptica, así que en un principio dije que no participaría en nada.

En esta comunidad que además eran también veganos se me da la posibilidad de comer lo que yo quiera aunque fueran productos animales o derivados siempre y cuando me encargara yo de comprarlo y cocinarlo, esto no era exclusivo para mí sino que era una norma general para todo el que iba. Lo cual me pareció bastante lógico y respetuoso, de todas formas yo decidí seguir esos días la dieta vegana sin problemas.

En esta comunidad además se realizaban desintoxicaciones, es decir, no solo no se consumían ni drogas, ni alcohol, ni tabaco, sino que allí también iba gente a dejar de consumirlas con ayuda del líder o chamán del que luego os voy a hablar.

Yo fumaba por aquel entonces y respetaron esto también siempre y cuando fumase fuera de las instalaciones y no dejase colillas tiradas por ahí.

El terreno lo habían comprado entre todos y era edificable, ya había una casa construida que utilizaron para convertir en una especie de albergue para la gente que iba de forma ocasional y había también más edificios, donde se realizaban actividades y el comedor. Había gente viviendo allí en casas prefabricadas. Había familias con niños también, los niños estaban todos escolarizados. Además las familias tenían trabajos normales y se relacionaban de manera habitual con gente de fuera de la comuna, familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.

A la gente que iba a las actividades no se les pedía siempre dinero, si no podían pagar pero estaban interesados, se les ofrecía que hicieran algún trabajo allí que hiciera falta a cambio de su estancia (pintar alguna habitación, ayudar con la limpieza y cosas así). También se realizaban actividades gratuitas algunas veces.

Había animales sueltos como gatos, un pavo real que era como la estrella del lugar, cabras, gallinas. Todos en perfectas condiciones.

Cuando llegué la persona que me había contratado que era la que se encargaba de la página web me habló del líder, era una persona de origen español pero que había ido al Amazonas a aprender de los verdaderos chamanes de allí, la mitad de su vida había estado viviendo allí y ahora había decidido formar su propia escuela en esta zona montañosa en la que están ubicados ahora.

La verdad es que no tenía ningún tipo de predisposición buena o mala ante todo esto, ya os digo que ni fu ni fa, de hecho si acaso estaba un poco a la defensiva debido a mi escepticismo o esperando como el gran truco, ya que en un principio todo parecía como demasiado bonito para ser real.

Y entonces lo conocí y me sorprendió un montón, nada más verme me dio un abrazo fuerte con una gran sonrisa, yo esperaba alguien más subido, no se, más huraño incluso, pero que va, fue como si ya nos conociéramos de antes, muy familiar.

El resto del tiempo me dediqué a ser como una sombra que observaba y fotografiaba aunque también iba hablando con unos y con otros y conociendo un poco pues como os he contado las condiciones del sitio y de la gente que estaba allí y ellos siguieron con sus quehaceres preestablecidos para aquel fin de semana.

Había talleres y también espacio para el descanso y la vida normal.

Estuve un par de días con ellos y ya os digo que todo era muy sano, así que el último día, antes de irme, yo ya había hecho mi trabajo allí y me invitaron a participar en una recapitulación tolteca que iban a hacer (yo ni idea de que era aquello) pero después de haberlos visto todo el fin de semana, me animé y dije que si.

Consistía en una respiración muy sencilla con los ojos vendados, se respiraba en un lado y se expiraba en el otro moviendo la cabeza, al parecer según me explicaron, había que hacerlo sin parar durante un buen rato ya que esta respiración, provocaba cierta hiperventilación que inducía un estado de trance. Entonces el chamán que era el que guiaba todo el proceso, era capaz de conectar con los espíritus que rodeaban a cada uno y comunicarse con ellos incluso podía guiar el proceso de alguna manera.

Yo no me creía nada de nada, ni siquiera creía que fuera a entrar en trance ni nada parecido, pensé, bueno yo hago lo que me dicen, compruebo que no funciona y que están todos sugestionados y me voy a mi casa y sigo con mi vida y una experiencia más.

Pero no fue así, para mi sorpresa si que entré en una especie de trance y vinieron a mí de repente imágenes como flashes, fantasmas del pasado y situaciones que no había solucionado todavía. Y mientras tanto de repente el chamán se acercaba a mí y me susurraba algo que tenía todo el sentido en ese momento con lo que yo estaba luchando en mi interior, es como si supiera perfectamente lo que tenía que decir y cuando tenía que decirlo, pero es que a la vez que me estaba susurrando eso a mí, yo estaba oyendo como le estaba susurrando otra cosa a otra persona en la otra punta de la habitación a la vez. Muy fuerte.

Nunca en la vida había vivido algo semejante. Y fue de algún modo como mi despertar espiritual. Aunque en ese momento fue tan fuerte para mí que me costó días procesarlo. De hecho, al final de la actividad solían reunirse en círculos y comentar la experiencia y yo no quise comentar nada, y eso también se respetó.

Después de esta experiencia seguí investigando, leyendo y volví a aquella comuna y participé de algunas actividades gratuitas, charlas y demás que fueron haciendo. También con los años fui conociendo otros chamanes, todos eran muy parecidos, estuve en contacto con una chamana siberiana y con otra que también procedía del Amazonas.

Yo se que con todo el auge new age de estas cosas hay de todo y mucho estafador y puedo entender la desconfianza y el escepticismo general pero también puedo asegurar que hay gente verdadera y que es una pasada lo que he vivido con ellos. Para mí son siempre experiencias enriquecedoras que me han ayudado a progresar en mi vida interior de alguna forma y a ser quien soy.

Sara Navarro