Llevo ya dos años luchando contra el abuso y acoso que me ha dejado huellas psicológicas imborrables.
Me explico: yo estudiaba un grado medio en una ONG muy conocida internacionalmente, y tuve problemas con mis compañeros desde el primer curso. Pero la verdadera situación de acoso vino cuando pille a mi compañero mirándome debajo de la falda en las escaleras. En el pasillo un grupito de chicas mirando un movil me llamaron cochina por no llevar nada debajo. Aún dandome cuenta que lo importante aquí no era la situación de abuso a la que me había sometido mi compañero, si no más bien al parecer lo importante era lo que yo llevase debajo de la falda, denuncie el problema a dirección.
Estaba prohibido grabar en el centro y yo no tenía pruebas de lo que había hecho mi compañero. Quien no sólo fue difundiendo las fotos de debajo de mi falda, si no que además tan bien rumores sobre mi salud mental. Lo bueno vino en el segundo curso. Siempre supe que en mi clase nadie estaba de mi parte pero la continua frialdad, los chistes encubiertos, y abusos varios, fueron el desencadenante y finalmente a pocos meses de terminar tuve que dejar el curso. Absolutamente todas mis compañeras se pusieron de parte de este individuo porque el tenía novia.
Se pasó en todo momento por alto que yo estoy prometida. Gracias a esta situación engorde 5 quilos pues la ansiedad me hace comer demasiado, duermo poco y mal.