Buenos días, chicas.
Soy una mujer menor de 30 años embarazada de 9 semanas. Vengo a mostrar mi cabreo con la situación generalizada que veo. Seguramente muchas personas se sientan igual que yo, mientras que otras pensarán que soy una quejica o una exagerada.
En primer lugar, por supuesto puedo contar con los dedos de una mano las personas que saben que estoy embarazada, incluyendo profesionales sanitarios de todas las clases. Nadie me ha dicho que no diga nada, pero ya he pasado un aborto. Ya sé lo que es hacerte ilusiones y que luego se te rompan en mil pedazos. Pero, ¿cómo puede ser esto tan injusto? Tengo miedos, dudas, problemas, malestares, y ni mis padres lo saben. ¿Por qué no podemos hablar abiertamente del aborto y alegrarnos de los embarazos desde el momento 1? Me duele mucho esto y me duele estar perpetuando este «esteriotipo» o como queráis llamarlo. Pero sí, yo también me estoy callando hasta la primera ecografía, con el rabo entre las piernas.
En segundo lugar, muy relacionado con esto primero, es la atención en la seguridad social. Cada cosa es «demasiado pronto». Hasta la que me da la cita en el mostrador me dice que «si es seguro»!!! Señora, usted cree que tengo ganas de perder a mi futuro hijo? Claramente no!! Analitica? Demasiado pronto, esperamos hasta la X semana. Ecografía, también. Visita con la matrona, también. Mientras tanto, semanas y semanas que las gestantes estamos sin ningún tipo de información, sin saber que es normal o que no, que debemos comer y que no.
Y decimos que aumenta el riesgo de aborto en el primer trimestre!!! No tenemos ni puta idea, desde la sanidad pública apenas hay seguimiento y encima «no puedes» decirselo a nadie. ¿ESTO QUE PUTA BROMA ES?
Solo deseo que llega la semana 12 y poder gritar con todas mis fuerzas que estoy esperando un bebé buscado, deseado y que será amado y cuidado con todo nuestro corazón. Mientras tanto, no tengo más remedio que seguir calladita, calmadida, modosita sin que me suba la tensión, mandando ánimos a todas las que están como yo.