No sé lo que opina el resto de la gente, pero yo en caso de desgracias y defunciones me trago el orgullo y hago acto de presencia, aunque sea dar el pésame. ¿Por qué? Porque aunque yo no me lleve bien con esa persona, no quiere decir que le desee el mal ni que me alegre de que esté pasando por un mal momento, y si además conoces a la difunta y a la familia (eso entiendo porque dices que su casa era tu casa), me parece mezquino hacer como que no ha pasado nada y que sigo con mi vida tan pancha.

Si a ti no te sale del corazón pues no vayas, tampoco te digo que seas hipócrita si no quieres, pero creo que no es el momento de demostrarle nada ni de hacerle entender nada como dices que quieres hacer con tu ausencia. Ha perdido un ser querido y tú conflicto con él pasa a un segundo plano.

¿Y nunca le preguntaste por qué de un dia para otro te empezó a tratar así?

Cuando la gente me pregunta porqué me porto tan bien con los demás, porqué soy tan buena persona con la gente que no me soporta (y se nota), siempre contesto lo mismo…. «porque mis actos y mis palabras, dicen más de mi que de los demás. Yo trato a la gente como me gustaría que me trataran, allá ellos el darse cuenta o no, yo seguiré siendo yo, a pesar de ellos». Haz lo que te parezca oportuno y él, que piense lo que le de la gana, eso sí, tú tendrás que mirarte al espejo después, procura hacer lo que debas hacer para no tener que reprocharte nada a ti misma.

Gracias a todas.

Sofía, me ha gustado mucho tu comentario.

Velma, llegué incluso a suplicárselo, pero decía que no me tenía nada que decir.

En mi trabajo había una compañera que era muy rancia con mucha gente, también conmigo… de verdad que a unos cuantos nos amargaba la vida. Se murió su madre y el tanatorio estaba cerca, así que unos cuantos del curro (con los que sí se mostraba amigable) dijeron de ir. Yo no pensaba ir, pero por circunstancias acabé yendo temiéndome que hasta me mirara mal por estar allí… pues no, me dio dos besos y las gracias por ir como a cualquier otro. ¿Qué pasó después? que cambió su actitud conmigo… no digo que nos hiciéramos amigas, pero al menos era una relación normal de trabajo. A resto siguió amargándoles la vida.
Igual antes de esta experiencia te hubiera dicho que no fueras… pero hoy por hoy creo que en estos momentos, teniendo empatía con la gente que sufre, se gana más que se pierde… no digo que él vaya a cambiar contigo, pero al menos sabes que has puesto de tu parte y que no puede reprocharte nada.