Hola queridas,
necesito contarle a alguien lo que me acaba de pasar porque estoy que no entro en mí de la rabia y la indignación.
Veréis, hace unos días vino una chica a mi negocio a comprar una camiseta para regalarle a su sobrino. Vio los modelos que tenía y eligió uno. Cuando se la estaba preparando para regalo me preguntó si en el caso de que la talla no le sirviese al niño si podría cambiarla y le dije que sin problema, que con el ticket podría cambiar la talla o incluso el modelo, sin problema. Le recordé que el dinero no lo devolvemos (mucho menos con ticket regalo) y me dijo que perfecto, que le parecía normal.
El otro día aparece en mi tienda el susodicho sobrino en este caso con su madre, que la camiseta no le gustaba y venían a devolverlo y que les diera el dinero. Amablemente les expliqué que el dinero no se devuelve (lo ponía en el ticket y también en el debido cartel que tengo en la tienda) y la mujer, imagino que sabiendo que le iba a decir eso, ya empezó a descargar sobre mí que eso no podía ser, que iba a ir a consumo, que no le parecía normal… Me mantuve serena, le dije que si quería podía rellenar una hoja de reclamación pero que por ley yo no tengo que devolverle el dinero y mucho menos al ser un ticket regalo. El caso es que un rato después el niño vio otra cosa y lo cambiaron no sin antes decirme que no volverían jamás a mi negocio. Le dije que sentía oír eso pero que yo no podía hacer nada.
Hasta aquí pues un caso más de cliente complicado, cero novedades. Pero resulta que esta misma mañana antes de abrir estaba yo dentro de la tienda haciendo gestiones con el pc. Tenía las luces apagadas (solo encendida la de atrás) y la persiana echada. Yo desde dentro veo todo pero desde fuera a no ser que te fijes mucho, no. El caso es que en esto veo a una mujer y a un niño pegados a la persiana, miro y veo que son la madre y el hijo que claramente iban camino del colegio. Se paran delante de la persiana y la escucho a ella que le dice ‘tíraselo, tíraselo todo ahí’. Y veo que el niño mete el brazo por la persiana dejando caer algo en el hueco que hay hasta la puerta. Me levanté y para cuando llegué a la puerta ellos ya no estaban, lo que sí estaba era un pañuelo de papel sucio y todo el suelo lleno de porquería (migas de comida, un par de chicles masticados, restos de afilar los lápices…). Subí rápido la persiana para asomarme pero ya no los vi en la calle.
¿Esta es la educación? ¿En serio? Un chaval que debe tener no más de 9 años y su madre azuzándolo para hacer semejante tontería ¿La gente está bien de la cabeza? Es preocupante que a los niños les estemos dando este ejemplo, y lo siento por ese niño pero con una madre con esos valores quién lo verá a él dentro de unos años.