Os pongo en situación. Mis padres se divorciaron hace ya 8 años porque la discusiones eran constantes y mi padre es alcohólico. Soy su única hija, con un 68 por ciento de discapacidad.
Tras el divorcio, mi padre ha sufrido tres ictus. Con el último estuvo en coma y ha pasado más de medio año en el hospital. Se hizo reunión con todos los profesionales que le trataban y, con él delante, se planteó que él no estaba en condiciones de vivir solo, que lo mejor era una residencia. Aunque es joven (64), el motivo de la residencia lo acabo de explicar, su situación de salud.
Lleva allí dos meses y cada día tengo la misma discusión con él. No quiere estar allí, amenaza con tener ganas de hacer una barbaridad si no sale… Pero su situación de salud sigue siendo no apta para vivir solo. He preguntado al equipo de profesionales de la residencia y coinciden en que no está para vivir solo. Por otro lado, a veces pide cambiar a otra residencia, pero ya le he dicho que está en lista de espera (cosa que es cierta) de otra residencia, pero que con esto de la pandemia debe estar todo paralizado. Cuando no, directamente pide volver con mi madre y conmigo, pero dónde va si están divorciados? Quiere que mi madre se vea obligada a cuidar de él, su ex, y de mí, con una discapacidad?
Actualmente, mi madre es la que acude más a la residencia si hace falta algo (yo no, pero por un problema de salud, estoy en lista de espera para quirófano e inmovilizada en cama la mayor parte del día). Pues le acusa constantemente de pasar de él, cosa que me duele, pues como ex no debería sentirse obligada a nada.
Mi padre tiene un hermano, pero en varias ocasiones casi llegan a las manos.
Yo sé que los ictus son muy complicados porque hay pérdida de memoria, hay cambios de humor, depresión… Pero yo me veo muy limitada a la hora de hacer más y ya no sé qué hacer con él.
Qué haríais en mi situación? Gracias por leerme.