Hola chicas, ¿qué tal estáis?
Vengo a contar un rollo que me lleva rondando la cabeza mucho tiempo y que no se como resolver, estoy un poco bloqueada…
Os pongo en situación: conozco a un chico (hace ya aproximadamente cuatro años, ahora yo tengo 29 años y él 38) y de primeras es todo maravilloso. Tenemos mucho en común, nos llevamos genial con los amigos de cada cual, hacemos muchos planes, el sexo es genial… Según pasa el tiempo descubrimos que, además, los planes a futuro son muy compatibles, a los dos nos gustaría tener hijos, etc. El primer año y medio, en general, es de fantasía.
Después pasa que él se tiene que ir a trabajar fuera (aunque ya está de vuelta) y la relación se resiente. Hablamos incluso de dejarlo porque notamos como la cosa se ha enfriado… Pero al final resistimos y volvemos a estar bien al vivir en la misma ciudad otra vez. Lo que pasa es que, no se muy bien por qué, a partir de ese momento yo no he conseguido volver a estar al 100% con la relación. Más o menos llevo dos años así… Hay momentos que estoy más a gusto y otros que me cuesta más. He estado a punto de dejarlo con él varias veces, pero al final nunca me decido. Hay que sumar que esa situación tan idílica del principio ha cambiado, compartimos convivencia pero al final tendemos a hacer los planes de ocio cada uno con su grupo de amigos (no solemos hacer las mismas cosas, por ejemplo a él le gustan mucho los juegos de rol y yo soy más de salir de bares), el sexo ya no es lo que era, y no ayuda que él tiene unos horarios laborales muy malos, mientras qeu yo tengo un trabajo que me da mucho tiempo libre.
Él es muy buena persona (me lo ha demostrado muchas veces), tenemos los mismos valores y planes compatibles, como ya dije. En la práctica apenas discutimos, él me ha mostrado siempre su apoyo y él dice estar completamente seguro de querer estar conmigo. Ninguna queja en ese sentido, vaya. Pero a veces a mi se me va la mente a sus defectos… Que no son nada del otro mundo, soy consciente de que yo tengo otro tanto o más, pero tengo que hacer un esfuerzo y recordarme a mi misma todas las cosas buenas. Por ejemplo, el tema de la diferencia de edad (casi 10 años) es algo que me preocupa mucho, aunque creo que es muy irracional, porque no dejo de pensar que es muy mayor y que en cualquier momento se muere (ya se que es absurdo jajaja).
Y empiezo a entrar en bucle pensando que en realidad no estamos hechos el uno para el otro y que estaría mejor con otra persona, de una edad más cercana a la mía, que tuviera los mismos hobbys que yo… De todas formas, cuando pienso esto también me bloqueo, porque pienso que le quiero un montón, y además que ya es demasiado tarde por mi edad para encontrar otra pareja…
En definitiva, no se si todo esto es producto más de mi ansiedad o de dar demasiadas vueltas a las cosas, sumado con estereotipos sobre el «amor romántico» y el enamoramiento etc… o que de verdad tengo que seguir a mis emociones cuando me asalta esa sensación de no querer seguir con él… ¿Qué pensais? Gracias por leerme!