Tu marido tiene un problema de asertividad. Y alguien dice por ahí que cada uno es como es, es cierto, pero la gente que no es asertiva no es porque no quiera, es porque no puede. Y no es precisamente fácil, porque implica no respetarse a uno mismo al no ser capaz de decir no, de expresar las propias ideas o de defenderse por miedo. Así que, sí que le vendría bien cambiar. Porque si no eres asertivo no eres tú, eres lo que crees que los demás quieren que seas, y obviamente, no es precisamente el camino a la felicidad.
Y, respecto a ti, pues depende de lo que quieras decir con «discutir». Si es dar tu opinión y hablar con gente desde ideas diferentes desde el respeto y la tolerancia, pues genial. Realmente es el significado del diccionario. Pero si te refieres al uso más común de discutir que solemos dar, en que se acaba elevando la voz, pues hombre, no suena bien lo que discutas en todos los ambientes. Y quizá es cierto que no es estrictamente necesario dar nuestra opinión en todos los ámbitos en todos los sitios. Pero vamos, que tú partes de mucho mejor lugar para ser asertiva, si es que no lo eres, que tu marido. Para él es un mundo cambiar. Y creo que no quiere hacerlo. Pero sería mucho más feliz. Hay un libro que creo que sí leyera se vería 100% reflejado, pero está en inglés : Not nice. Cuando no decimos lo que realmente pensamos y siempre «somos los buenos», no es por bondad, es por miedo, queremos que los demás nos quieran. En realidad es un forma de intentar controlar a los otros. Al final eso se aprende de pequeño, y es muy difícil de cambiar…