Yo veo importantes tres cosas al respecto. No fumar ninguno desde por lo menos 6 meses antes de ponerse en faena (cada vez hay más estudios que demuestran que influye el hecho de que ambos progenitores fumaran antes de concebir); no fumar nunca delante de ti mientras estés embarazada y por supuesto nunca en casa; pero además, como bien han dicho, los olores. Que no coja al niño apestando a tabaco y que no te apeste a ti. Yo fumo de forma MUY esporádica (cada meses) y no soporto el olor a tabaco después de fumar, ni a las colillas. Así que no me quiero imaginar en un estado en el que el olfato se intensifica al máximo. Por respeto a ti, si quiere fumar fuera de casa, llegar y lavarse, cambiarse de ropa y oler a rosas, perfecto. Si no, o deja de fumar o yo no tengo hijos con él. Así de sencillo.
Porque por supuesto estoy de acuerdo en que es un tema de dos y si no se va a implicar en el equipo al 100% porque las implicaciones físicas son, por narices, para ti exclusivamente, puerta.