¿Qué hay peor que ir de pequeño al médico de la SS para una revisión? Yo pensaba que nada. De hecho creía que el peor momento de mi vida lo había pasado aquel año cuando la señora del pelo gris con gafas super fashion y un cuerpo super fashion le dijo a mi madre nada más vernos entrar en la consulta «Madre mía, esta niña es obesa» y añadió » además de una cuestión de salud es que no podrá ponerse nada de ropa de su edad». Sí amigas, la preocupación de esa señora ERA no poder complacer al señor del Corte Inglés sección niños. Para mear y no echar gota también estuvo la situación el otro día cuando fui a la revisión del ginecólogo. Me detectaron S.O.P (Síndrome de Ovario Poliquístico) hace relativamente poco. Acababa de pasar un aborto en Enero y a raíz de pruebas hormonales que te realiza el endocrino salió a la luz mi veredicto: «Tienes SOP». Oc. Perfecto: pastillas + deporte + dieta. Mi deseo de formar una familia junto a mi marido nos hizo concentrarnos más en trabajar nuestro cuerpo para la llegada del retoño que en que tuviera «sop».
Cuando fui el otro día al ginecólogo para mi revisión y le enseñé las analíticas del endocrino y las pastillas, sin ni siquiera pesarme, medirme, PREGUNTARME POR MI ESTILO DE VIDA, VER LAS ANALÍTICAS, se atrevió a decir: «No tienes el síndrome, lo que pasa es que estás muy obesa y por eso no te quedas embarazada. Prueba a bajar de peso y veras como en nada te quedas embarazada. Conozco a muchas chicas como tú (ESTO LO HIZO CON CARA DÉSPOTA) y siempre su problema es que están muy gordas».
Me quedé a cuadros. No supe reaccionar. Las pastillas que me ha mandado el endocrino me trastocan las hormonas así que me dio por llorar encerrada en el baño de la consulta. Cuando salí le expliqué que me habían hecho analíticas y que, además de estar gorda, estoy descompensada hormonalmente y que por favor mirara las analíticas. A lo que me respondió riéndose con tono prepotente «No hace falta que las mire, sólo te tengo que ver a ti para saber lo que pasa y me sobra» «Es una irresponsabilidad traer a un niño al mundo con ese cuerpo».
Bueno, obviamente, denuncié a su secretaria (y a todas las mujeres que estaban allí) que el tío era un gordófobo y un machista. Lo último fue por el comentario que me hizo al salir de la consulta, delante de otras mujeres «Tienes que adelgazar 10 kg por mes, vale? No, no (riéndose) es broma. Pero mira fulanita no le ha costado nada (señala a una mujer bastante atractiva) . Ala, pasa guapa»
Peso 88 kg. Es cierto que peso. Es cierto que debo llevar un estilo de vida saludable por mi problema, pero, ¿hasta ese punto?
Me entraron ganas de decirle «Las gordas tenemos derecho a algo en esta vida??? Porque parece que debamos renunciar casi a vivir!!» pero me callé. Que le den.
Ahora no sé cómo actuar ni a que ginecólogo ir. Vivo en Valencia y estoy más perdida que un pulpo en una piscina.