Hay días que no sé qué hago mal con mis hijas, pero no las soporto

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    Invitado
    Leticia on #927621

    Hola a todxs:
    Os pondré en contexto para que podáis entenderme mejor. Soy madre de una niña de 7 años, de Alta Demanda y Alta Sensibilidad y otra niña de 3 años de Alta Sensibilidad. Estos significa, que ellas procesan los estímulos que nos llegan a los sentidos más intensamente, y la mayor, que demanda muchas más atención que otro niño cualquiera, además de ser increíblemente intensa, en todo. Ambas son muy emocionales, pasan del llanto a la risa en 2 segundos, se sobre estimulan con luces, ruidos, cambios de rutina, familiares…

    Procuramos que el día a día sea corriente, tranquilo, como cualquiera de otro, colegio, voy a buscarlas a comer, las vuelvo a llevar, y a la tarde parque, paseo, casa, juegos. Yo me dedico 100% a ellas desde que nació la mayor, y mi marido está por la tarde en casa.

    El caso es, que a pesar de leer, hacer cursos, informarnos, y formarnos por sus características peculiares, que no es Poe etiquetarlas, pero nos enseñan a entenderlas, hay días que no podemos más, que no sabemos cómo ayudarlas más.

    Hoy, han venido mis padres y mi hermano a comer a casa (cambio de rutina y más personas de lo normal), eran carnavales y hemos visto un poco de fiesta (luces y sonido) pues ya han petado ¿Qué significa? Qué ambas han estado gritando todo el día, pegándose, varias rabietas, sin hacer caso a nada… Y es que agota.

    Ahora no poder hacer nada corriente, fuera de su rutina, agota su intensidad, agota no ir a la misma corriente que el resto, agota tener que sostener tantas rabietas, agota tener que ser tan comprensiva, AGOTA.

    Y no sé qué más hacer, que hago mal, en que puedo mejorar. Porque por una parte me podéis decir que siga evitando lo que les sobre sature ¿Pero hasta qué punto? Porque pienso que tendrán también que acostumbrarse poco a poco a una vida corriente, no puedo meterlas en una burbuja.

    No sé… Hoy estoy agotada pero emocionalmente, de esos días que piensas «¿por qué no serán más normales?» Y este pensamiento me hace sentir tan mal conmigo misma…


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    Mares
    Invitado
    Mares on #927623

    Hola
    Soy madre de una niña con TDAH que en breve cumplirá 15 años. Los cinco primeros años fueron para morirme, rabietas, gritos, problemas en la guarde, en el cole… Cuando maduró un poco y se dió cuenta por comparación que los otros niños no se comporta an como ella, empezó a intentarlo ella sola. Desde fuera podemos darles todos los recursos pero hasta que no aprenden a utilizarlos son inútiles.
    Mucho ánimo, una buena red de amigos y familia que te permita tomar aire de vez en cuando y sigue así. Yo también pensé en tirarla por la ventana y ahora aunque la adolescencia me está quitando la salud, no la cambio por nadie.

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    Lericia
    Invitado
    Lericia on #927626

    ¿Me darías consejos? No sé si seguir evitando esas situaciones que les alteran hasta que maduren, ir a contracorriente del resto o ir enfrentando las poco a poco. Es que cualquiera comida familiar o cambio en sus rutinas, les altera de una manera…

    A veces leyendo mucho e informándome creo que la mayor también puede tener TDAH, miramos AACC y se queda a las puertas,en el diagnóstico nos pidieron Alta Creatividad…

    Yo creo que como dices damos recursos, herramientas, sostén pero a veces no se puede hacer más. No tenemos apoyo de familia cerca (vivimos en otra provincia) ni de amigos (no tenemos amigos donde vivimos ahora), así que, es más difícil.

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    Anónima
    Invitado
    Anónima on #927627

    Hola Leticia
    Yo podría ser tu hija mayor, diagnosticada de adulta como altas capacidades.
    Y efectivamente agotaba a mis padres. Mi hermana mediana fue más «normal» y mi hermano pequeño en mi línea. No tengo hijos, pero te entiendo «desde el otro lado»
    Supero los cuarenta años. En mi infancia no se diagnosticaba «nada» y, como todo, tuvo sus pros y sus contras, por si te sirve mi perspectiva.
    Tú no estás haciendo nada mal. Está muy bien informarse para tratar de comprender y entender mejor, pero el exceso de información también te puede colapsar y perder naturalidad y fluidez en el día a día. Si comparas tu forma de actuar con la información que tienes, es probable que te sientas «deficiente» y que no das la talla y que acumules, por tanto, mayor frustración y autoexigencia.
    Y mira, tienes derecho a no entender. Eres su madre, no su terapeuta.
    Se ha evolucionado en relación a la crianza, de no hacer ni caso a los niños, a hacerles demasiado caso. Hasta que punto tu exceso de atención hacia ellas aumenta sus demandas en lugar de ir aprendiendo a desarrollar sus propios recursos?
    Como bien dices, todos tenemos que aprender de una u otra manera a lidiar con el mundo. La sobreprotección nos desprotege.
    A lo mejor no tienes que entender más, ni comprender más, desde un punto de vista intelectual. A lo mejor se trata de desarrollar más la intuición desde la observación y, a veces, «rendirse» a los acontecimientos y dejarse llevar más por ellos,sin intervenir.
    No soy madre y esto que te expongo es también teorizar, me hago cargo. Pero al igual que tienes momentos de no soportarlas, de desesperación y no por eso dejas de amarlas, lo sientes todo a la vez y no es incoherente, así se sienten ellas.
    Le tengo nucha tirria al término «gestión emocional» tan en boga desde hace tiempo. Las emociones no se gestionan, no somos una empresa, las emociones se Sienten, nos atrapan en un momento dado, se presentan confusas y en batirrullo y después se dejan pasar, no nos enganchamos a ellas, no nos aferramos ni luchamos en contra, no tratamos de racionalizarlas hasta «después».
    Formo parte de un grupo de Facebook llamado «mujeres y niñas de altas capacidades». Participamos tanto adultas diagnosticadas como madres de hijos con diversos diagnósticos.
    Te invito a que te unas: se comparten muchos recursos, experiencias, desahogos…
    Lo más importante para concluir: no estás haciendo nada mal.

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    Leticia
    Invitado
    Leticia on #927628

    Muchas gracias por tus palabras :)
    A veces siento que se demasiado y que intento buscar respuesta a todo, a cada cosa que hacen, dicen o les pasa, busco el por qué a todo para poder ayudarlas a estar estables, busco siempre estar eso, estables, que no ocurra lo que ha pasado hoy.

    Y cuando me apetece hacer algo diferente a lo corriente, y de resultado tengo el día de hoy… Me abrumo. Quizás también tenga que relajarme, no procurar controlarlo todo.

    Cuando hablo de gestión emocional yo me refiero a dejar sentir, dejarle llorar, enfadarse, lo que necesiten, sacarlo, y luego ya consolarles y mimarles si lo necesitan. No podemos ni evitar ni gestionarlas como dices, es dejarlas fluir, aceptarlas. Eso les enseño, sobre todo a la mayor.

    Me gusta que me des tu opinión desde tu perspectiva lo agradezco muchísimo porque como madre a veces sí me siento perdida porque no hay equilibrio, estamos arriba a veces, otras abajo, otras estables y es difícil acompañarlas en todo, pero quiero estar ahí, sin sobre protegerlas claro.

    Te agradezco lo de Facebook, le echaré un vistazo :)

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    Anónima
    Invitado
    Anónima on #927639

    Soy yo de nuevo Leticia. Ojalá poder hablar cara a cara. Un par de amigas mías de toda la vida, están en situación similar a la tuya y hablamos largo y tendido.
    Hacer referencia al concepto de gestión emocional no era una crítica hacia ti. Dejarlas fluir es la postura que me parece adecuada y natural. La capacidad de raciocinio que poseemos es tanto una ayuda, como un estorbo. Querer gestionar o racionalizar las emociones significa, en definitiva, que nos dan miedo y querer entenderlas es querer controlarlas. Mis descargas emocionales, por saturación de estímulos, asustaban a mis padres. Tú te asustas, quieres contenerme, ayudarme a mantener el equilibrio y, con tu intervención a lo mejor consigues el resultado contrario y no sabes por qué. Va por ahí la cosa?. Lo que ocurre es que me contagias tu miedo. La hipersensibilidad de tus niñas las convierte en una esponaja emocional. Sé que es imposible que mantengas la serenidad en todo momento, pero es más importante tu reacción emocional, integrar tus conocimientos, los aprendizajes que estás realizando en ese sentido, que tu comprensión psicológica de qué les pasa, por qué les pasa, cómo las ayudo.
    A veces, sólo hace falta contención física, un abrazo o un mínimo contacto físico. Hoy en día a veces me sigo excitando tanto, se me disparan tanto la mente y las emociones en todas direcciones que sólo un abrazo de mi pareja me calma. Un volver a lo concreto, a lo físico, una distracción práctica.
    Espero que no te ofenda la comparación, porque la hago salvando todas las distancias. Tengo gatos. Y son muy sensibles al estrés y la idea general es cuidar sus rutinas y no exponerlos. Mi abordaje es el contrario:les expongo. Les cambio de casa todos los fines de semana porque me los llevo a casa de mi pareja, vienen visitas, no les evito ruidos o situaciones normales cotidianas. Y esa exposición, poco a poco, y controlada, e interviniendo sólo cuando es necesario, es la que les fortalece. Se aumenta su tolerancia a estímulos y situaciones nuevas poco a poco. Aprendemos así.
    Y así lo he hecho conmigo misma a lo largo de la vida, exponiendome.
    Mis padres fueron extremadamente sobreprotectores. Mi madre muy ansiosa y muy miedosa. Y no fue bueno, te lo aseguro.
    Con qué se calman tus niñas? Con qué se evaden? Yo era y soy una lectora voraz y es me refugio y me desconecto de todo. Tenía mi fascinación por algunos objetos que me proporcionaban calma cuando estaba muy agitada: una bola de nieve por ejemplo. Algunos olores. Has probado con olores? Me relaja y me desactiva el jazmín. Tengo un spray para tejidos y a veces lo pulverizo en la almohada.
    En fin. Cuando se agitan tanto es útil y conveniente tratar de volver «a tierra»: hacer un puzzle, abrazar un peluche…algo que suponga concentrarse y tocar algo físico.
    Y retomando tu mensaje, ya sé que es muy difícil, pero lo que comentaba en el primer mensaje de «rendirse» tiene que ver con aprender a soltar el control. Si quieres controlar no «ves», no vas a observar bien, te vas a llenar de las ideas que has construido al respecto y es fácil incurrir en error de interpretación.
    Estoy segura de que lo haces y lo harás bien, pero no tienes que ser perfecta: hacerlo bien, significa hacerlo «mal» un montón de veces. Así aprendemos. Sólo así aprendemos.
    Un abrazo

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    Mar
    Invitado
    Mar on #927799

    Lolita, menudo comentario el tuyo. La sociedad avanza, y muchos comprendemos que los niños son personitas y hay que tratarlas como tal. La «tontería» de la alta sensibilidad, como tú dices, me abrió los ojos con casi 40 años, y no por mi hijo, sino por mi. Toda la vida sintiéndome un bicho raro hasta que lo he descubierto y me he sacado un gran peso de encima. Así que de tontería nada. Aunque entiendo que haya gente como tú que todo lo contrario, la sensibilidad y la empatía la tenéis donde ya te imaginas.
    A la autora, esas niñas tienen mucha suerte de tener una madre que se preocupa por entenderlas. Te lo digo yo que como PAS siempre me he sentido incomprendida. Consejos no puedo darte, ya que me siento un poco como tú, ya que he descubierto que soy PAS a raíz de buscar información y respuesta a por qué mi hijo es tan sensible e intenso con sus emociones, así que también estoy aprendiendo a gestionar ciertas situaciones. Lo que si he hecho es pedir ayuda de una psicóloga, y al niño le está ayudando mucho

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    Anónima
    Invitado
    Anónima on #927819

    Qué ignorancia la tuya, Lolita.
    No se trata de ser especiales, se trata de ser cualitativamente diferentes. Las neuridivergencias existen. Que a todos nos afecten determinadas circunstancias vitales comunes, no significa «sentirlas» igual.
    Pero de dónde no hay, no se puede sacar.

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    Leticia
    Invitado
    Leticia on #927824

    Entiendo tu opinión, y la agradezco porque me gusta saber cómo se ve mi situación desde fuera y escuchar a quien no opine ni eduque como yo. Creo que cada uno tiene su realidad, su manera de vivir la vida y de educar. Yo no hablo de tonterías, hablo de niñas distintas desde el momento en el que nacen, niñas que diagnostica el pediatra, el psicólogo, la psicopedagoga y los test correctamente hechos y evaluados. Yo no me invento ni etiquetó, y si me adapto a mis hijas y sus necesidades, y cuesta mucho, y me quejo a veces porque es duro ir a contracorriente rodeada de personas que ni opinan ni comparten mi manera de vivir, de ser y de educar. Lo que no permito es que se me tache de loca o paranoica, porque no lo soy, ni digo tonterías, yo respeto y pido respeto y consejo a quién quiera dármelo con respeto.

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    Anónima
    Invitado
    Anónima on #927847

    Estoy con Lolita 100%. Creo que hemos pasado de un extremo a otro. Vale que a los niños antes no se les hacia ni p. caso pero lo de ahora es de locos. Padres, sobre todo madres sobre protectoras, agobiadas y pendientes de cada detalle.. Pues así salen los niños, malcriados que se les suben a la chepa. Desde mi punto de vista tampoco es bueno para ellos, porque crecen creyéndose el centro del universo, y el día de mañana cuando crezcan tiene nula toleran a la frustración. A los de mi generación a todos nos han dado algún zapatillazo y aquí estamos, ni hemos salido mal, ni estamos traumatizados por ello. Al contrario, hemos aprendido a comportarnos, y más en público. Esa nueva moda de dejar a los niños que hagan lo que quieran, de justificar las pataletas… Por no hablar lo que molestan a los demás, tenemos unos vecinos con dos niños pequeños que se pasan el día literalmente, desde las 7 de la mañana chillando como si les mataran y los padres ni mu. Ni una vez les he oído levantarle la voz. Esto es el mundo al revés, los niños mandando a los padres. Demasiadas etiquetas para todo, cuando a veces con sentido común sería más fácil. Ni tan duros como antaño, ni tanta tontería como la que hay ahora.

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