Desde hace unos días estoy de exámenes de recuperación en la universidad, el semestre me ha ido realmente mal, así que mis niveles de ansiedad están por las nubes. Hoy salía de mi penúltimo examen bastante contenta, así que había decidido darme un capricho e ir a comprarme una pizza y una bolsa de patatas para cenar.
Cuando ya casi estoy llegando a casa veo a dos corriendo por la calle, uno de ellos, que iba con una cerveza en la mano, se ha tomado la libertad de decirme que necesito más cardio y menos patatas.
Quizá sea una tontería, pero a mi me ha hecho llorar. Inmediatamente he pensado en responderle que a él le faltaban neuronas y menos cerveza, pero no lo he dicho, no solo porque fuera corriendo y no quería gritar, también porque no me veía capaz de responder. ¿Quién es para decirme lo que necesito? ¿Qué sabe de mi? ¿Es que por estar gorda ya no puedo comer patatas? ¿A caso implica que no hago ejercicio?
Creo que lo peor de todo es que además me siento débil porque un gilipollas cualquiera me haya afectado tanto.